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Adiós Seve: la leyenda continúa

En el mundo anglosajón lloran la muerte de Seve.
Mucho antes de cumplir los cincuenta años, al poco de retirarse, Severiano Ballesteros ya era una leyenda. Como ocurre con las personas más sobresalientes de este diminuto país, a Seve se le entendía y se le quería más y mejor en el resto del mundo que en España.

A mí, que no me caen bien los ricos ni me gusta el golf, las palabras de Seve siempre me parecieron sinceras y cargadas de inteligencia.

De origen humilde, cambió su destino al dedicarse a un deporte que estaba destinado entonces a las clases altas. Con empuje, con ese arrojo sobrehumano de las personas verdaderamente importantes, allanó el camino para destruir al acomplejado españolito del postfranquismo y, en parte gracias a él, los deportistas españoles compiten por todo el mundo.

Porque no sólo fue un pionero para el golf. Como Miguel Induráin, como Manolo Santana y algunos otros, vendrán otros españoles que lo superarán, pero, sin duda, él fue el primero.

Descanse en paz y que su ejemplo de tesón y esfuerzo permanezca más allá de las fronteras.

NOTA: Severiano Ballesteros murió a los 54 años la madrugada del 7 de mayo tras más de dos años de lucha contra el cáncer. Este artículo no quiere competir con los reportajes y noticias profesionales que abundan hoy, y que saldrán en los próximos días, en los medios de comunicación más importantes del mundo.

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