En el mundo anglosajón lloran la muerte de Seve. |
A mí, que no me caen bien los ricos ni me gusta el golf, las palabras de Seve siempre me parecieron sinceras y cargadas de inteligencia.
De origen humilde, cambió su destino al dedicarse a un deporte que estaba destinado entonces a las clases altas. Con empuje, con ese arrojo sobrehumano de las personas verdaderamente importantes, allanó el camino para destruir al acomplejado españolito del postfranquismo y, en parte gracias a él, los deportistas españoles compiten por todo el mundo.
Porque no sólo fue un pionero para el golf. Como Miguel Induráin, como Manolo Santana y algunos otros, vendrán otros españoles que lo superarán, pero, sin duda, él fue el primero.
Descanse en paz y que su ejemplo de tesón y esfuerzo permanezca más allá de las fronteras.
NOTA: Severiano Ballesteros murió a los 54 años la madrugada del 7 de mayo tras más de dos años de lucha contra el cáncer. Este artículo no quiere competir con los reportajes y noticias profesionales que abundan hoy, y que saldrán en los próximos días, en los medios de comunicación más importantes del mundo.
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