Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de enero, 2009

Personal III (Personal I, segunda parte)

Mi experiencia docente en el Raval Esperaba a que se terminara mi sustitución en el IES Milà i Fontanals, pero parece que todavía estaré allí unos días más, y como ya he cumplido mis 9 semanas y media, haremos un homenaje a la pésima película seudo-erótica de los ochenta. Convivir con chicos y chicas de cualquier país de Asia, especialmente de Filipinas, Pakistán y Bangladesh, es simplemente maravilloso. La mayoría desprende nobleza, y eso me gusta. A pesar de su situación económica, se nota que las familias se toman en serio la educación de sus pequeños. Puede que algunos no estudien, que hablen sin parar, pero tienen respeto a su profe. Respecto a los latinoamericanos, no podría generalizar. Yo creo que todo depende de sus familias. Me da la sensación de que no tienen el mejor de los panoramas posibles y eso se nota. Ojo con los dominicanos y el inglés: lo tienen atrevesado por algún motivo que no logro entender. Yo les pongo de ejemplo al buen inglés de Juan Luís Guerra, pero me di

Poema II

El autómata tonto De pronto te veo al trasluz de un pensamiento vano y descubro que vivo para merecerte. Algunas veces, más de las que quisiera, (lo confieso) se me olvida quién me da el aire que respiro cuando me asfixio. Es como quererte sin notarme el pulso. Lo hago a menudo. Así es, así de tonto. Pero, te juro que no sé si te lastimo o me ignoras, hasta verlo en tus ojos. Es otro de tus milagros. Recupero la vista y quiero ahogarme en la lágrima que cae, resbaladiza y clara, tan dulce si no fuera tuya… pero amarga como la corteza de un olmo seco al que quisiera subirme. Aunque disimule bien, tu mal me deja sin resuello. Y te alejo, te tacho, te borro, y convierto el “nosotros” en un “yo más tú” culposo que me duele más a mí que a ti, amor, y que tú no lo sabes, pero es sólo la estrategia más tonta, por automática, para no ver mi tontería en tus ojos de agua clara.

Personal II

El pasado No es sano, te deja en un estado de letargo ridículo y te impide avanzar, pero lo cierto es que a algunos el pasado no deja de perseguirnos. Lo he etiquetado como personal, pero… ¿Hay alguien que se libre totalmente del pasado? Se puede materializar en forma de culpabilidad, rencor, nostalgia o todo eso a la vez, y sobre todo, puede tener ojos, sonrisa y manos que en un tiempo agarraste muy fuerte para que no se fuera. Pero ahora sólo está en el pasado. Y casi siempre, lo que se quedó en el pasado, se quedó en su lugar correcto. Algo me dice que si mereciera le pena que esa sensación, aquella casa o la persona en cuestión estuvieran ahora mismo en mi propia dimensión, entonces simplemente estarían. A veces idealizo los elementos del pasado, otras veces, me alegro de haberlos perdido de vista. Y cuando pienso en los cambios que me suceden casi cada día, perdón, cada día, pero no soy consciente, entonces más seguro estoy de que esos ojos pueden haberse apagado, o aún peor, pued