A dos semanas escasas de las elecciones catalanas, los ciudadanos queremos saber cuánto dinero se van a gastar los partidos políticos en sus campañas.
Y no sólo en Catalunya ni en este momento, sino en los procesos electorales que vengan, haya crisis o no. Y a algunos no nos vale la excusa de que los partidos reciben financión privada. ¡Y un carajo! Sólo los bancos tienen la llave de la caja fuerte del dinero y todo el mundo sabe que sus gestores son responsables en gran medida de la crisis.
Además, ¿qué valores transmite la publicidad electoral? Sólo hay que echar una ojeada al videojuego del PP catalán en el que una tal Alicia Croft se carga inmigrantes sin papeles. ¿Tenemos que pagar también esa porquería?
No hace falta ir tan lejos. Bastante suplicio implica encontrarse la calle llena de carteles horribles o escuchar a todo momento valentonadas exclamadas a ritmo de mitin.
Creo que tenemos que pedir las cuentas claras de la publicidad electoral antes de que arranquen las campañas, antes y después. Y poner límites. Que le echen imaginación. Porque si empiezan metiendo el brazo en la hucha del pueblo, ¿qué harán cuando entren en la caja fuerte?
Y no sólo en Catalunya ni en este momento, sino en los procesos electorales que vengan, haya crisis o no. Y a algunos no nos vale la excusa de que los partidos reciben financión privada. ¡Y un carajo! Sólo los bancos tienen la llave de la caja fuerte del dinero y todo el mundo sabe que sus gestores son responsables en gran medida de la crisis.
Además, ¿qué valores transmite la publicidad electoral? Sólo hay que echar una ojeada al videojuego del PP catalán en el que una tal Alicia Croft se carga inmigrantes sin papeles. ¿Tenemos que pagar también esa porquería?
No hace falta ir tan lejos. Bastante suplicio implica encontrarse la calle llena de carteles horribles o escuchar a todo momento valentonadas exclamadas a ritmo de mitin.
Creo que tenemos que pedir las cuentas claras de la publicidad electoral antes de que arranquen las campañas, antes y después. Y poner límites. Que le echen imaginación. Porque si empiezan metiendo el brazo en la hucha del pueblo, ¿qué harán cuando entren en la caja fuerte?
Comentarios