Ir al contenido principal

Aviso: ausencia de Facebook

Será por unos días o unas semanas.

Podéis encontrarme por e-mail.

Seguiré escribiendo en el blog. No sé sobre qué ni por qué.

Y ya está.

Comentarios

Entradas populares de este blog

GTA V no es un juego para niños

He sido monaguillo antes que fraile. Es decir, he pasado por una redacción de una revista de videojuegos y desde hace más de cinco años me dedico a la docencia. De hecho, cuando nuestro Gobierno y la molt honorable Generalitat quieran, regresaré a los institutos y me dedicaré, primero, a educar a los alumnos y, en segundo lugar, a enseñarles inglés. Por este orden. Calculo que más de la mitad de mis alumnos de ESO (de 12 a 16 años) juegan a videojuegos con consolas de última generación, esto es, PlayStation 3 y Xbox 360 (dentro de unos meses, esta información quedará obsoleta: hay dos nuevas consolas a la vista). Deduzco, a su vez, que de este alto porcentaje de estudiantes, la mayoría, y no sólo los niños, querrá hacerse con el último título de la saga GTA: la tan esperada quinta parte.

Redescubriendo temas musicales: Jesus to a child

Las canciones que más adentro nos logran tocar son, en ocasiones, las más sencillas. La letra de Jesus to a child descolocará a los que asuman, por desconocimiento, que la belleza de la expresión escrita requiere complejidad. La sintaxis es clara, el vocabulario, sencillo, y la composición en su conjunto constituye una metáfora: el amante sufre la pérdida del ser querido, pero a pesar de la tristeza es capaz de comparar el hallazgo del amor verdadero con la limpieza de corazón con la que Jesucristo amaba a los niños, que son, por antonomasia, los seres humanos más puros que existen. Por este motivo, mucha gente interpreta la letra como una exaltación de los sentimientos nobles y, en realidad, la letra se puede explicar en clave de amistad idealizada o de amor perfecto en cuanto en tanto no deja lugar a la contaminación de otros sentimientos que no tengan que ver con la piedad y el desprendimiento.

El peaje para salir de la depresión (nocrítica de El castor)

A los ojos de un deprimido, su carreta de bueyes viejos avanza con desesperada lentitud por un sendero infinito, quebrado, rocoso. A veces cree descifrar las letras borrosas de un letrero en uno de los laterales, tras la mala hierba que aparece y desaparece del suelo yermo. Normalmente, un deprimido cree saber hacia dónde va durante un tiempo no muy largo. Luego, recula, o se sale del camino, o tiene que arrastrar un buey muerto hasta que se da cuenta de que es más peso del que la carreta logra llevar... si es que se da cuenta.