La película de Duncan Jones, ultraconocido director por haberse estrenado con una meritoria Moon y por tener como padre a David Bowie, es un producto para disfrutarse sin demasiados arrebatos intelectuales. Código fuente es un film vertiginoso que te hace sentir inteligente en los momentos en los que la historia te deja un par de segundos para anticiparte a este héroe involuntario, esclavo del sistema militarizado de Estados Unidos. Sin embargo, la mayoría del tiempo, sobre todo al principio, seguirás sin resuello los intentos desesperados del protagonista (Jake Gyllenhaal) por cumplir su misión en una especie de Atrapado en el tiempo (en clave de thriller serio) con toques de Imparable , una divertida película de trenes desbocados.
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