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Ver más allá de la crisis

Sea del color que seas, participa.
Insisto: el próximo domingo y en todos los referéndums tenemos la obligación moral y el privilegio de votar. Nadie, y yo no lo haré, tiene derecho a decirnos a quién, pero hay que desmarcarse de esa apatía general (que a algunos interesa mucho potenciar) y optar por uno u otro partido político. Vas a tener muy pocas oportunidades de ejercer tu derecho a participar en esta democracia imperfecta. Aprovéchala.

Dicho esto, tengo que confesar que me preocupa escuchar a la clase obrera que si gana el PP, habrá un cambio (positivo, se entiende) y Rajoy terminará con la crisis.

Por partes. La única responsabilidad que tiene Zapatero, y el Gobierno (se entiende), con respecto a la crisis es haberla afrontado tarde por motivos electoralistas. Sucedió hace algo más de tres años. Todos los indicadores apuntaban al desastre y el Presidente del Gobierno no lo quiso reconocer hasta pasadas las elecciones. Yo no pienso quitarle hierro ni subrayarlo más. Eso fue lo que ocurrió. Ahora bien, es mentira que Zapatero haya hundido a España.

La realidad es que España siempre ha estado mordiendo el polvo de Europa. Sólo hubo un personaje que se creyó lo contrario, Aznar, y probablemente arrastró a unos cuantos millones de españoles al espejismo del que sólo queda la foto de las Azores.

Zapatero ha hecho los deberes con respecto a las exigencias Europeas. Es verdad que ha echado para atrás medidas muy populares (algunos le llamarán populistas) como el cheque bebé, la subida continua de las pensiones, la ley de dependencia (apenas desplegada), etc. Pero todas esas medidas y otras muchas que buscaban la igualdad social las dispuso el Gabinete de Zapatero. Antes no existían. Además, aun congeladas, las pensiones han subido durante los últimos años mucho más que en el Gobierno de Aznar.

Sin embargo, la gran mentira que está colando la derecha es que Zapatero es culpable de la crisis. Esto es populismo barato. Cualquiera que lea cada quince días un periódico sabrá que prácticamente toda la zona Euro se está tambaleando. Por tanto, ni Zapatero nos metió en la crisis, ni Rajoy ni Rubalcaba nos van a sacar de ella.

El próximo presidente del gobierno de España va a hincar la tijera en todas las conquistas socioeconómicas de la clase media para abajo. Pero una cosa es meter la tijera y otra sacar la sierra mecánica.

Como es normal en un partido neoliberal, si el PP gana las elecciones va a seguir al dictado las exigencias de Alemania y Francia. Unas exigencias contra las que, por cierto, algunos países van a tener que rebelarse. Un ejemplo: no es de recibo que un día quieran declarar la bancarrota de Grecia y al día siguiente, estén dispuestos a perdonarle el cincuenta por ciento de la deuda.

Más mentiras, o medio verdades en este caso, sobre Zapatero. Dicen que el Gobierno ha improvisado. Cierto. Pero, ¿hay algún estudio económico del 2008 en el que se vaticinara lo que está ocurriendo ahora mismo? No sólo no lo ha hay, sino que los supuestos expertos tampoco saben qué ocurrirá a un mes vista. Por tanto, la crisis, además de un problema de orden mundial y lógicamente europeo, castiga a la economía de forma impredecible.

José Luis Rodríguez Zapatero no ha sido la esperanza blanca que llegó al poder hace siete años, pero tampoco es la nulidad de la que habla el PP (dentro de cuatro años, alabarán su gestión, tiempo al tiempo). Sin embargo, su propio partido le ha dado la espalda para lograr que Rubalcaba convenza a su electorado, el mismo que cree que Zapatero tiene la culpa de todo, de que su propuesta no tiene nada que ver con la del Presidente. Me parece una estrategia ruín, seguramente fruto de esas reuniones de asesores y sondeos de opinión, pero se inscribe en la lógica de los dos partidos más poderosos. Ambos funcionan como multinacionales con estrategias de marketing torticeras e insensibles.

Si gana el PP con mayoría absoluta, señoras y señores, estamos jodidos. Aseguran que en la etapa de Aznar la economía española prosperó. De lo que no hablan es del precio que hubo que pagar para salir adelante. Lo resumo: prácticamente ninguna actuación de interés público y vía libre a la privatización de empresas y servicios y, lo peor, la ley del suelo en manos de los caciques de pueblo y ladrillo para todos.

Ahora que cualquier dirigente se puede lavar las manos mirando hacia Bruselas, el PP tendrá vía libre para colocar a los enchufados de turno en las altas esferas de la empresa pública y privada, paralizar becas, obras públicas, etc. y, con un poco de mala suerte, seguir alimentando la sospecha de que los políticos vienen para servirse, no para servirnos.

Un dato más y cierro el tema: cuando los asesores del candidato favorito a ganar las próximas elecciones, Mariano Rajoy, aconsejan al gallego que se vuelva invisible para ganar los comicios, eso es muy mala señal. Rajoy ha estado absolutamente desaparecido de los medios de comunicación hasta hace cuatro días y cuando habla va con pies de plomo. Porque, bien visto, otro gran problema es que mucha gente cree que gobernarán Rajoy o Rubalcaba. No se quieren dar cuenta de que se trata de dos anzuelos. Por pura lógica, todo el mundo debería saber que tras el gobierno de un país hay muchísimas personas del partido político que vence en las elecciones, otras tantas externas, y numerosos entes empresariales (financieros, mediáticos, etc.) que velan por sus intereses. Otra prueba más: si tanto confían en Rajoy, ¿por qué han estado haciéndole de portavoces toda una legión de espadachines como González-Pons (para insultar), de Cospedal (para insultar con elegancia), Mato (para meter la pata), Sáenz de Santamaría (para crispar), Montoro (para decir que España es una ruína económica), Arenas (fines de semana) o el belicoso Trillo (que apartó a Camps de la Presidencia de la Generalitat Valenciana)? Si tan válido es Rajoy, si el gobierno de España sólo depende de un hombre... ¿por qué han dado la cara por él durante más de tres años más de cinco portavoces?

Votes a quien votes, creo que es importante que veas más allá de la crisis. Tenemos muchas obligaciones contraídas con la Unión Europea, pero no somos sus esclavos. Hay que preservar a toda costa la calidad de la sanidad y de la enseñanza pública. Debemos seguir apostando por un modelo basado en el bienestar. En cuestión de empleo, es necesario darle la vuelta a este país, que está carente de industria y de innovación tecnológica. Es decir, tenemos que relegar el modelo franquista de turismo de sol y playa, asociado al ladrillo, a un papel secundario.

La crisis acabará por esfumarse. Es probable que, como todo gran cataclismo, presente réplicas y si el mundo no cambia de sistema económico, después de la bonanza habrá otra crisis, y otra, y otra. ¿Qué puedes hacer tú? Informarte y votar al partido político que te garantice la preservación de tus derechos básicos y de las conquistas sociales logradas. He hablado pestes del PP, pero el PSOE tampoco me inspira mucha confianza habida cuenta de la influencia de algunos personajes siniestros como Pepe Blanco y de su funcionamiento cada vez más corporativo, empresarial, y menos humano.

Un partido que debe rendir cuentas a la iglesia católica no es una opción válida en el siglo XXI. El PP tiene una gran hipoteca con la Iglesia y con muchas instituciones bancarias. Su programa está lleno de palabras y vacío de propuestas concretas. Han utilizado (y lo seguirán haciendo) el descalabro económico de España para, a continuación, tachar a los demás de antipatriotas. Además, nunca hacen mención a las clases desprotegidas. No ocultan su inquina contra los inmigrantes. Siguen defendiendo la idea del libre mercado, aunque colocan estratégicamente a sus hombres de confianza en puestos clave (bancos, cajas, multinacionales... incluso el FMI).

Siempre he pensado que cuando engañan o roban al ciudadano PSOE y PP suelen adoptar formas distintas. Los primeros lo hacen a hurtadillas, encapuchados, y cuando los pillan, agachan la cabeza y se van. Los del PP te asaltan a plena luz del día, a cara descubierta, lo niegan durante meses (o años) y sólo si el juez los sienta en el banquillo acaban dimitiendo. Dos ejemplos que me horrorizan: que todavía haya sectores de la derecha que crean que el 11M estuvo amañado por el PSOE y la resistencia de Paco Camps a dimitir para que al final, contra las cuerdas, su partido lo aparte al rincón (quién sabe con cuánto dinero de por medio).

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Me has convencido de lo que ya estaba convencido. La llegada del PP es inevitable y seguramente catastrófica. Como sucedió en 1996 no será por méritos propios sino por deméritos de los socialistas. En 1996 fue la corrupción galopante del gobierno de Felipe González aunque la victoria popular fue por 300.000 votos. Ahora por la incapacidad de Zapatero de reconocer la crisis y de tomar medidas valientes y eficaces para hacer frente a ellas y dejar la sensación a los votantes de izquierda que no ha renunciado a sus principios socialistas. Aunque en tiempos diferentes la mentira le ha pasado factura al partido gobernante. En la primera victoria de ZP fue la pésima gestión que el PP hizo del atentado de Atocha y en la derrota de ZP por mentir cuando nos decía que no había crisis y luego mostrarse frívolo en la gestión con medidas para la galería. Ambos habrán caído, entre otras cosas por no ser conscientes de que la información fluye de manera global y que los ciudadanos tienen más formas de enterarse de lo que pasa en el país que viendo el Telediario del Urdaci de turno. El problema de los políticos españoles es que siguen pensando que decir una mentira repetida de forma insistente la convierte en una verdad. Son políticos ruines y sobre todo ineptos. La evidencia más palpable de que el gobierno de ZP ha sido un desastre es que no ha aparecido ni él ni la mayoría de sus ministros durante la campaña electoral. Rubalcaba y su equipo ha menospreciado de esta manera la obra del gobierno al que él ha pertenecido, algo que no olvida el votante indeciso. Es típico de los socialistas el apartar de la escena pública al político que ya no les da rentabilidad política. Es un poco como hace con los ciudadanos a los que olvidan por completo una vez han pasado las elecciones. Nos viene un futuro difícil: primero porque nos va a gobernar la derecha y segundo porque creo que hay mucha gente que aún piensa que los años de vino y rosas van a volver en cuanto pase la crisis y no quieren darse cuenta que el modelo económico y social debe cambiar. Bueno, aún tengo cuatro días para decir a quien voto. Andrés.
David Navarro ha dicho que…
Suscribo tu análisis, Andrés. A mí me da la sensación de que tanto Rajoy como Rubalcaba tienen una idea perversa del español medio. Seguramente son sus muchos asesores los que así se lo transmiten. Por eso, lo que trato de explicar es que de ninguna de las maneras, por peor que lo haya hecho, se puede decir que Zapatero sea el culpable de la crisis.
Es una tesis, por paradójico que parezca, que sostienen tanto Rajoy (obvio) como Rubalcaba (de ahí la desaparición de Zapatero). ¿Y por qué es la tesis en la que se apoyan? Como dije al principio, consideran que el español medio es un completo ignorante, que está convencido de que Zapatero es la principal razón de que estemos como estemos.

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