Han ganado las elecciones municipales y autonómicas y sin ningún reparo lo están vendiendo como una previa del triunfo en las generales del año que viene (un insulto antidemocrático en toda regla: están diciendo a la ciudadanía que no saben votar).
Ahora lo que quieren es arrasar. Saben que han tocado techo, que a la que el paro disminuya y la crisis remita, perderán porcentaje de votos.
Al mismo tiempo, tienen más de un centenar de pleitos pendientes que les darán mala prensa. Aunque yo de Rajoy no me preocuparía por eso. Para muestra, el caso Gürtel o el Brugal.
Se les notan las prisas a los legionarios del PP. Tan acelerados van que han conseguido un récord digno de figurar en los anales de la historia. Por primera vez en una democracia occidental, un partido político condena la gestión de una administración anterior sin que se consuma el traspaso de poderes. De hecho, en Castilla La Mancha, todavía no habían echado el lazo a la caja fuerte. No me extraña, por otra parte, pues la nueva Presidenta de la Comunidad, de Cospedal, apenas pisaba su parlamento.
Más conjeturas: el rumor a gritos de que al PP le interesa la quiebra económica de España. Cándido Méndez, Secretario General de UGT, achacaba el plante de la CEOE en la negociaciones por el convenio colectivo a la voluntad expresa de los empresarios de cobrar un hipotético rescate.
Tiene sentido. Si España se hunde, el PP gana con mayoría absoluta y dado el estrecho lazo que une a las cabezas visibles de la CEOE con las del partido neofranquista, es todo un triunfo. De paso, reciben dinero del FMI y de la UE, se lo reparten, y ya pagarán las deudas los que vengan detrás.
No puedo afirmar una conjetura, pero puedo invitaros a que le déis un par de vueltas a esta idea: toda la estrategia del PP en las próximas semanas se resume en la aniquilación de cualquier atisbo de recuperación económica, social y política de España.
Y, para colmo, dirán que los antipatrióticos son los demás.
Ahora lo que quieren es arrasar. Saben que han tocado techo, que a la que el paro disminuya y la crisis remita, perderán porcentaje de votos.
Al mismo tiempo, tienen más de un centenar de pleitos pendientes que les darán mala prensa. Aunque yo de Rajoy no me preocuparía por eso. Para muestra, el caso Gürtel o el Brugal.
Se les notan las prisas a los legionarios del PP. Tan acelerados van que han conseguido un récord digno de figurar en los anales de la historia. Por primera vez en una democracia occidental, un partido político condena la gestión de una administración anterior sin que se consuma el traspaso de poderes. De hecho, en Castilla La Mancha, todavía no habían echado el lazo a la caja fuerte. No me extraña, por otra parte, pues la nueva Presidenta de la Comunidad, de Cospedal, apenas pisaba su parlamento.
Más conjeturas: el rumor a gritos de que al PP le interesa la quiebra económica de España. Cándido Méndez, Secretario General de UGT, achacaba el plante de la CEOE en la negociaciones por el convenio colectivo a la voluntad expresa de los empresarios de cobrar un hipotético rescate.
Tiene sentido. Si España se hunde, el PP gana con mayoría absoluta y dado el estrecho lazo que une a las cabezas visibles de la CEOE con las del partido neofranquista, es todo un triunfo. De paso, reciben dinero del FMI y de la UE, se lo reparten, y ya pagarán las deudas los que vengan detrás.
No puedo afirmar una conjetura, pero puedo invitaros a que le déis un par de vueltas a esta idea: toda la estrategia del PP en las próximas semanas se resume en la aniquilación de cualquier atisbo de recuperación económica, social y política de España.
Y, para colmo, dirán que los antipatrióticos son los demás.
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