Ir al contenido principal

Mi fracaso profesional ("cry with me" + bonus track "a gift for my enemies")

Lo sé, la imagen es una horterada, pero tiene su gracia.
Todo lo que he sido capaz de hacer para ganarme la vida está en mi currículum. Soy licenciado en traducción y he traducido bastante, pero en algún momento la tecnología me sobrepasó y no supe adaptarme, o no quise, y ahora ya es difícil subirme al carro. Ninguna agencia de traducción, porque no es costumbre en las empresas españolas, me formará en el programa que utilicen para conseguir un trabajador eficiente y agradecido. No lo harán.

La verdad es que sólo traduciría por dinero. Profesionalmente. Lo mejor que pudiera. La pasión la pongo escribiendo.

Escribo desde que en el instituto (tenía unos 16 en 1992, echa cuentas) me dio por ensayar cuentos, novelas, poemas y todo lo que podía traspasar al papel. Cuando terminé la universidad, aparte de traducir, me empeñé en convertirme en un redactor freelance todoterreno. Escribí mucho sin encontrar ningún hueco donde publicar. Sólo cuando engordé mi currículum se me abrió alguna puerta. Casi siempre por pura casualidad acabé escribiendo de los temas que me interesaban poco: Internet, programas de PC; de los que me interesaban menos de los que creía: críticas de videojuegos; y también (¡menos mal!) de mis temas predilectos: viajes, cine y cultura en general.


Siempre quise ser crítico de cine y cuando publiqué algunos textos en tres revistas distintas me sentí un mercenario. La acumulación de trabajo en pocos días, la imposibilidad de escoger los films o los temas, la precariedad económica y algunos asuntos más me quitaron la ilusión de publicar, pero no la fe en que puedo dar mucho de mí mismo en torno al cine y todo lo que lo envuelve.

Es curioso también que no haya podido publicar ni una reseña literaria y sí haya redactado varios informes de lectura. La verdad, no tengo ni idea de lo que tengo que hacer para demostrar que lo puedo hacer con mucha energía y con profesionalidad. ¿Alguien lo sabe?

De nuevo, yo no conozco a nadie importante en ningún campo. Se me da fatal hacer la pelota o establecer una red de contactos. No, no puedo seguir ese camino.

A punto de terminar una novela de la que me sentiré orgulloso, con muchos cuentos a mis espaldas, intentos de novelas anteriores, ideas para parar un carro y la sensación de que mi falta de padrinos me arruinará el bautizo. 

Me gustaría, llegados al caso, escribir sobre fútbol o sobre política. En el fondo, son ámbitos muy similares. Está claro que uno debería superar con creces en importancia al otro. Pero la realidad es que los debates que se forman sobre fútbol o política resultan muy similares. A mí me sobran ganas de poner en solfa las miserias y de loar las proezas de uno y otro campo, pero sobre todo lo que puedo aportar es la valentía de llamar las cosas por su nombre. Cuánta falta hace que los que pueden llegar a la gente sean sinceros.

Modestia aparte, he visto convertidos en películas y series (sobre todo españolas) guiones que se parecen a un mal borrador de mis intentos. Esto lo podrían decir cientos de personas que hayan escrito un guión. Como no me gusta mirar para otro lado, reconozco que carezco de un guión brillante. Pero, ¿y si alguien me echara una mano?

Mejor no hablemos del máster en escritura de guiones. He aprendido mucho sobre la resolución de problemas en guiones, pero no sé cuál es la puerta para entrar. Una productora importante me hizo una prueba y les desaconsejé aceptar un guión que ha dado paso a una película mala y, sin embargo, nunca más me llamaron.

Soy profesor de secundaria de inglés, sustituto, y cada año que pasa trabajo menos tiempo y menos horas por sustitución, con lo que me mi principal sustento económico es muy débil. Si a esto le unimos mi decisión tomada hace años de no volver a escribir para medios como freelance, profesionalmente estoy en un callejón sin salida.

Para colmo, me robo horas para escribir novelas, cuentos, ensayos de ensayo y los aportes para este blog.

Soy un hombre adulto ya. Me gustaría mirar a los ojos de mi padre y decirle que no lo ha hecho tan mal, que por un lado o por el otro, seré feliz ganándome la vida. Sin embargo, todavía no me veo capaz... de mentirle.

Seguiré escribiendo, leyendo, aprendiendo y disfrutando de cada instante de la vida, pero ¿cómo pagaré el alquiler el mes que viene? ¿Conoceré a un amigo de una amiga de un primo de un directivo editorial? ¿Me dejaré un artículo graciosete en la mesa de un bar y lo recogerá Buenafuente? Un milagro. O dos. Es todo lo que necesito.

Comentarios

Entradas populares de este blog

GTA V no es un juego para niños

He sido monaguillo antes que fraile. Es decir, he pasado por una redacción de una revista de videojuegos y desde hace más de cinco años me dedico a la docencia. De hecho, cuando nuestro Gobierno y la molt honorable Generalitat quieran, regresaré a los institutos y me dedicaré, primero, a educar a los alumnos y, en segundo lugar, a enseñarles inglés. Por este orden. Calculo que más de la mitad de mis alumnos de ESO (de 12 a 16 años) juegan a videojuegos con consolas de última generación, esto es, PlayStation 3 y Xbox 360 (dentro de unos meses, esta información quedará obsoleta: hay dos nuevas consolas a la vista). Deduzco, a su vez, que de este alto porcentaje de estudiantes, la mayoría, y no sólo los niños, querrá hacerse con el último título de la saga GTA: la tan esperada quinta parte.

Redescubriendo temas musicales: Jesus to a child

Las canciones que más adentro nos logran tocar son, en ocasiones, las más sencillas. La letra de Jesus to a child descolocará a los que asuman, por desconocimiento, que la belleza de la expresión escrita requiere complejidad. La sintaxis es clara, el vocabulario, sencillo, y la composición en su conjunto constituye una metáfora: el amante sufre la pérdida del ser querido, pero a pesar de la tristeza es capaz de comparar el hallazgo del amor verdadero con la limpieza de corazón con la que Jesucristo amaba a los niños, que son, por antonomasia, los seres humanos más puros que existen. Por este motivo, mucha gente interpreta la letra como una exaltación de los sentimientos nobles y, en realidad, la letra se puede explicar en clave de amistad idealizada o de amor perfecto en cuanto en tanto no deja lugar a la contaminación de otros sentimientos que no tengan que ver con la piedad y el desprendimiento.

Dos grandes pintores para una ciudad pequeña

Una obra de Alguacil que recuerda a Monet. En la calle Pizarro de La Vila Joiosa, probablemente una de las arterias principales de la ciudad (o pueblo, los que me habéis leído sabéis que los uso indistintamente en referencia a mi lugar de nacimiento) hay abierto desde tiempos inmemoriales un taller de un gran pintor: Evaristo Alguacil. Casi sin anunciarse, muchos aficionados a la pintura han insistido hasta recibir sus clases y quién más o quién menos conoce lo más representativo de su trabajo, sobre todo al óleo, principalmente esas marinas tan personales, tan vileras y universales al mismo tiempo. Sin embargo, pocos, en relación a la categoría del artista, conocen bien la obra de Alguacil. Creen que es un señor que repite cuadros sobre las casas de colores representativas de La Vila o se dedica solamente al puerto y sus barcos de pesca. Es cierto, y él lo reconoce, que son parte de su sello personal y la gente aprecia estas pinturas por dos motivos: por su calidad y, además,