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La conspiración del PP (una hipótesis razonable)

Por ser quien soy y escribir cómo escribo ya soy sospechoso. ¡A saber qué barbaridad dice tras ponerle un título así al post!

Lee y, luego, opina.

El gobierno español está tomando medidas muy estrictas, demasiado. Algunas sobrepasan la lógica de un partido político que aspira a volver a ser elegido.

Pongo un ejemplo para que no se me acuse de hablar por hablar. Anuncian los presupuestos generales afirmando, como si fuera algo positivo, que se trata de los presupuestos más austeros de la historia. Para ser exactos, primero los pasean por Bruselas; luego filtran detalles contradictorios para alarmar al ciudadano; y finalmente las  anuncian, pero a medias, con más sombras que luces. ¿Una pésima planificación?

Quizá no.

Mi tesis es la siguiente: ya que el Partido Popular está apretando y mucho al ciudadano, les queda dos posibilidades si es quieren seguir contando con la confianza de millones de españoles.

La primera es la que se habría puesto en marcha, sin ninguna duda, hace veinte años, cuando todavía quedaban políticos y políticas con escrúpulos. Sencillamente, tratar de minimizar los daños y pedir disculpas. Malas noticias. Hoy por hoy sería una decisión poco rentable políticamente. La gente exigiría rigor y responsabilidad y el Ejecutivo mostraría sus debilidades.

Por eso han optado por la segunda opción. Ojo, porque es difícil de digerir, pero tiene mucha lógica.

La apuesta del PP es la que va con estos tiempos. Cuando te equivoques, no rectifiques, desafía al sentido común. Si te enfrentas al enemigo, no tomes prisioneros, tíralos al mar.

Ésta es la apuesta del PP: pasarse de frenada, matar las moscas a cañonazos y crispar a la opinión pública para dar la sensación de que España está a punto siempre de ser intervenida. Y la verdad es que de cara a las próximas elecciones les iría muy bien que España fuese intervenida. Eso sí, cuanto antes.

¿Por qué?

Fácil. Si los oligarcas europeos secuestran el sistema democrático español antes de un año, el PP podrá justificar sus decisiones. "¿Lo véis?", dirán, "el anterior Gobierno arruinó el país. Por eso, porque ZP dejó a España en bancarrota es que nos vimos obligados a poner en marcha medidas tan agresivas".

Y tendrán tres años, dos años y medio, para maquillar las cuentas, de manera que logren la mayoría absoluta en el 2015.

Mientras tanto, privatizarán cuanto puedan para que todos los afines al PP, la Iglesia en primer lugar, tengan el futuro atado y bien atado.
Ningún país de la UE debería aceptar esta estampa fascista.
Ése es el gran drama. Los políticos de cualquier partido, ¿ideología?, condición, etc. toman sus decisiones en virtud de un solo objetivo: vivir lo mejor posible y cubrir las espaldas de sus allegados. Así se entiende el suicidio político de Aznar en la invasión de Irak y sus preliminares o la presencia de Felipe González en no sé cuántos consejos de administración tras haber salido del Gobierno por la puerta de atrás.

Podría terminar con guante blanco, pero no es justo dar la sensación de que todos los partidos políticos son iguales. El PP lleva al extremo la falta de ética de quiénes nos gobiernan. Creo que no hay parangón entre sus socios del Partido Popular Europeo. Ellos siempre están más a la derecha.

Y dejo en el tintero lo más evidente: la mayoría de las medidas tomadas por el Gobierno de Rajoy servirán para deprimir más la economía, elevar el paro y restar derechos sociales a los españoles.

Gracias a Saltimbanqui por las imágenes

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