De corazón, gracias. Ojalá tuviera tiempo y energías para lograr un blog de calidad, no sólo con la redacción de los textos, sino con la documentación que requieran los temas, la utilización de herramientas multimedia, etc.
De momento seguiré así, armado con un teclado y echándole imaginación y poesía, o comentando la realidad tal y como la vea cuando lo necesite.
No se os puede pedir más. Supongo que cuando el blog alcance un nivel decente traspasará la línea de sus lectores habituales que son amigos y gente que entra por equivocación. Sólo así el blog generará debate.
La mitad de mi vida, quizá exagero (me temo que no), consiste en reflexionar y escribir. Por tanto, a mí no me cuesta trabajo. Lo insoportable sería no expresarme y la peor condena, no escribir.
Entiendo la escritura como cualquier otro oficio. Por ubicar los extremos, se puede escribir de modo funcional, para salir al paso, o para generar arte. A mí me gustaría que cada artículo cumpliese con su cometido. Es decir, si pretendo sacar una sonrisa, no sólo me conformo con tu gesto cómplice y alegre, sino que me siento ¡felicicisisimo!
En general, me doy por satisfecho si llego al lector de forma amena. El aburrimiento no me parece aceptable ni en un plato de lentejas.
Los chistes malos, las burradas y las salidas de tono intento filtrarlas en Facebook y donde más me gusta: en la vida real.
En los textos literarios me bato el cobre y aquí publicaré pocos. A veces por celo profesional, a veces por pudor.
Acabo ya y reitero mi agradecimiento. Sólo quiero recordar que el apartado de comentarios es vuestro. Me preocupa especialmente que mis seres queridos, que son muchos, se sientan ofendidos porque a menudo derrocho vehemencia. Si no os conozco, me alegro de molestaros, porque eso es que he conseguido agitar la colectera de lo políticamente correcto o del manual de las buenas costumbres y oficialismos múltiples.
Recordad, ya por último, que David Navarro puede criticar a un partido político o a una religión, por citar dos ejemplos recurrentes, pero nunca, a no ser que lo explicite, pretendo faltar al respeto a nadie por sus ideas ni por sus creencias.
30.000 veces gracias.
Imagen tomada de Sinequanum
De momento seguiré así, armado con un teclado y echándole imaginación y poesía, o comentando la realidad tal y como la vea cuando lo necesite.
No se os puede pedir más. Supongo que cuando el blog alcance un nivel decente traspasará la línea de sus lectores habituales que son amigos y gente que entra por equivocación. Sólo así el blog generará debate.
La mitad de mi vida, quizá exagero (me temo que no), consiste en reflexionar y escribir. Por tanto, a mí no me cuesta trabajo. Lo insoportable sería no expresarme y la peor condena, no escribir.
Entiendo la escritura como cualquier otro oficio. Por ubicar los extremos, se puede escribir de modo funcional, para salir al paso, o para generar arte. A mí me gustaría que cada artículo cumpliese con su cometido. Es decir, si pretendo sacar una sonrisa, no sólo me conformo con tu gesto cómplice y alegre, sino que me siento ¡felicicisisimo!
En general, me doy por satisfecho si llego al lector de forma amena. El aburrimiento no me parece aceptable ni en un plato de lentejas.
Los chistes malos, las burradas y las salidas de tono intento filtrarlas en Facebook y donde más me gusta: en la vida real.
En los textos literarios me bato el cobre y aquí publicaré pocos. A veces por celo profesional, a veces por pudor.
Acabo ya y reitero mi agradecimiento. Sólo quiero recordar que el apartado de comentarios es vuestro. Me preocupa especialmente que mis seres queridos, que son muchos, se sientan ofendidos porque a menudo derrocho vehemencia. Si no os conozco, me alegro de molestaros, porque eso es que he conseguido agitar la colectera de lo políticamente correcto o del manual de las buenas costumbres y oficialismos múltiples.
Recordad, ya por último, que David Navarro puede criticar a un partido político o a una religión, por citar dos ejemplos recurrentes, pero nunca, a no ser que lo explicite, pretendo faltar al respeto a nadie por sus ideas ni por sus creencias.
30.000 veces gracias.
Imagen tomada de Sinequanum
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Un abrazo.