En esta vida hay que ser valientes. Podemos tener miedo. Debemos tener miedo. Pero hay que echarle redaños a la vida.
Ahora mismo en España están pasando muchas cosas que se pueden resumir en una sola línea: en España se está cociendo una revolución.
Esta revolución no tiene un líder con nombre y apellidos, ni dos ni tres. Atentos:
El Gobierno actual está convencido de que su mayoría absoluta le da derecho a erradicar un concepto de país basado en la solidaridad y en los servicios públicos. Ya no utilizo el manido concepto de "estado del bienestar", porque el ideal queda muy lejano de la realidad (y personalmente creo que en España sólo se llegó a soñar).
Alemania y los páises ricos en general están pasándole factura a España por los favores recibidos. No es el único país, pero es uno de los que están en el punto de mira de los insolidarios y poderosos socios europeos.
La gente de a pie ha perdido la confianza en la justicia española, en las políticos y los políticos, en la Unión Europea, en la Monarquía, en el futuro económico y laboral y en la religión oficial.
Los sociólogos y economistas que no se deben a los poderosos, los independientes, están convencidos de que el capitalismo a ultranza (la ley de la selva) va a terminar con la poca paz que queda en el mundo, aumentará las desigualdades económicas y sociales y se cargará el planeta.
Por último, las personas que se tratan de informar están a un paso de darle la espalda a los medios de comunicación convencionales, porque cada vez dan una información más sesgada, menos libre, más de acorde a los intereses creados de grandes grupos empresariales.
Por eso soy de la opinión de que tenemos que ser valientes para plantarse ante los abusos y no caer en el derrotismo ni la queja permanente e inactiva. Hay que actuar. Cada cual de la forma que crea.
Y si te parece mal cómo se están comportando los borbones, atrévete a declararte republicano. Si tu religión se está excediendo, visita otra distinta. Por la misma regla de tres, si te parece extraño que todos los medios españoles tachen a la nacionalización de YPF de un abuso, sospecha e intenta informarte con lo que dicen otros periodistas de otras latitudes y luego contrasta.
En fin, cuando tengas ganas de sacar tu dinero de un banco, medítalo y actúa en consecuencia. Pero, por favor no te quedes en casa si te dan ganas de protestar en la calle, porque la calle es nuestra. Y si los perro-flautas te dan mala espina, ponte tu mejor traje. Lo que te dé la gana, pero con inteligencia, información y valentía.
Ahora mismo en España están pasando muchas cosas que se pueden resumir en una sola línea: en España se está cociendo una revolución.
Esta revolución no tiene un líder con nombre y apellidos, ni dos ni tres. Atentos:
El Gobierno actual está convencido de que su mayoría absoluta le da derecho a erradicar un concepto de país basado en la solidaridad y en los servicios públicos. Ya no utilizo el manido concepto de "estado del bienestar", porque el ideal queda muy lejano de la realidad (y personalmente creo que en España sólo se llegó a soñar).
Alemania y los páises ricos en general están pasándole factura a España por los favores recibidos. No es el único país, pero es uno de los que están en el punto de mira de los insolidarios y poderosos socios europeos.
La gente de a pie ha perdido la confianza en la justicia española, en las políticos y los políticos, en la Unión Europea, en la Monarquía, en el futuro económico y laboral y en la religión oficial.
Los sociólogos y economistas que no se deben a los poderosos, los independientes, están convencidos de que el capitalismo a ultranza (la ley de la selva) va a terminar con la poca paz que queda en el mundo, aumentará las desigualdades económicas y sociales y se cargará el planeta.
Por último, las personas que se tratan de informar están a un paso de darle la espalda a los medios de comunicación convencionales, porque cada vez dan una información más sesgada, menos libre, más de acorde a los intereses creados de grandes grupos empresariales.
Por eso soy de la opinión de que tenemos que ser valientes para plantarse ante los abusos y no caer en el derrotismo ni la queja permanente e inactiva. Hay que actuar. Cada cual de la forma que crea.
Y si te parece mal cómo se están comportando los borbones, atrévete a declararte republicano. Si tu religión se está excediendo, visita otra distinta. Por la misma regla de tres, si te parece extraño que todos los medios españoles tachen a la nacionalización de YPF de un abuso, sospecha e intenta informarte con lo que dicen otros periodistas de otras latitudes y luego contrasta.
En fin, cuando tengas ganas de sacar tu dinero de un banco, medítalo y actúa en consecuencia. Pero, por favor no te quedes en casa si te dan ganas de protestar en la calle, porque la calle es nuestra. Y si los perro-flautas te dan mala espina, ponte tu mejor traje. Lo que te dé la gana, pero con inteligencia, información y valentía.
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