La duda ahora es: ¿cuál será la sexta ficha? |
Obviamente no sé si subirán los impuestos como en todos los países intervenidos ni cuántas oleadas de recortes acabarán repercutiendo en Educación, Sanidad y ayudas sociales. Pero sé, todo el mundo sabe, que dentro de pocos años hablaremos con nostalgia del estado del bienestar. No es mi opinión. Ya ha ocurrido en Portugal, Grecia e Irlanda.
El rescate, lectores adocenados o rebeldes, conservadores o progresistas, va a ser la excusa perfecta para que todos los poderes aplasten la libertad que tenemos como individuos y como pueblo.
Ahora más que nunca, en España como en Portugal, Grecia e Irlanda, no podemos ceder al chantaje ni dividirnos más. Necesitamos todas las fuerzas posibles, toda nuestra unión, para rechazar los ataques que se ciernen sobre nuestros derechos.
Hay que quitarse la venda de los ojos. España es un país de corruptos, empezando por la clase política y terminando por los entes bancarios y financieros. Lo mismo que en Grecia e Italia.
Si España es un país de corruptos que están al mando de los bancos y cajas que necesitan el rescate hay poco lugar para la imaginación. Fíjate en las palabras de Guindos: hasta 100.000 millones de euros a las entidades QUE LO NECESITEN. Ojo porque pudo haber dicho: "que lo necesitan". Sin embargo, utilizó el subjuntivo que indica hipótesis e incertidumbre futura: "que lo necesiten".
Resumiendo, que si yo fuera un banquero corrupto y supiera que hay dinero del que seguir robando, no le haría ascos. Pediría el máximo de capital posible. Y me importaría poco que por mi irresponsabilidad y poca vergüenza estuviera hincando la pala, una más, en la fosa de España.
Por eso, NO PODEMOS CREER QUE EL RESCATE ES NECESARIO. Ni tampoco que será positivo. Siguiendo el mismo hilo lógico llegamos a la conclusión principal:
Bajo ningún concepto podemos ser complices de la extorsión que ya estamos sufriendo y, sobre todo, NO PODEMOS ACEPTAR MÁS RECORTES EN NUESTROS DERECHOS Y SERVICIOS BÁSICOS.
Si mordemos el anzuelo, si nos creemos el cuento de que el Gobierno ha hecho lo mejor por nuestro país, que los banqueros son honestos (igual que los de Bankia, Bancaja, CAM) etc, entonces estamos dándoles la llave para que consuman la estafa a la que nos están sometiendo.
El principal peligro, aparte de creernos la versión oficial, es caer en la trampa de pensar que los directivos bancarios y los mandatarios son ignorantes y, simplemente, la han pifiado. Errar es humano, pero abusar de las buenas conciencias también.
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