Ir al contenido principal

Reciclemos la pérdida de la dignidad

Nos están arrancado la dignidad con un pelapatatas de fabricación en serie y materiales poco nobles. Y no nos estamos resistiendo lo suficiente. Algunos ni se están dando cuenta. ¿La digni... qué?

Empiezo de nuevo: se nos están burlando en la jeta cada día. La última patada en el entendimiento (y el corazón) es el anuncio de una suma millonaria que crece a diario sobre la salvación de Bankia con dinero público. Al mismo tiempo nos dicen que no es dinero público, que no saldrá de nuestros bolsillos. ¿De dónde si no?

Incluso el pacífico Zapatero permitió que durante su mandato España exportará más armas que nunca (aunque la noticia viene con trampa: ¿aviones de transporte contabilizados como armas?). Da igual, las personas de izquierda no queremos que se trafique con armas y menos a países incendiarios como Ghana y, perdón, Venezuela.

Lo malo será que, como no podemos defendermos de tanta violación sistemática, acabemos llevando al terreno privado la frustración por la pérdida de la dignidad. Y, por ejemplo, castiguemos al perro sin comer, ensuciemos la escalera a propósito cuando le toque fregar al vecino que pone la música alta o casos infinitamente más graves (violencia de género o doméstica o como se tenga que decir ahora).

Propongo que canalicemos esta reacción tan violentamente humana dándole la vuelta. Social, económica y políticamente seremos menos que cero, de acuerdo, pero podemos aprovechar para tratar de dar ejemplo siendo mejores personas. Si no... ¿Qué nos quedará?

Quizá así los políticos del futuro no intenten aplastar a los que fueron sus compañeros de colegio.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Redescubriendo temas musicales: Jesus to a child

Las canciones que más adentro nos logran tocar son, en ocasiones, las más sencillas. La letra de Jesus to a child descolocará a los que asuman, por desconocimiento, que la belleza de la expresión escrita requiere complejidad. La sintaxis es clara, el vocabulario, sencillo, y la composición en su conjunto constituye una metáfora: el amante sufre la pérdida del ser querido, pero a pesar de la tristeza es capaz de comparar el hallazgo del amor verdadero con la limpieza de corazón con la que Jesucristo amaba a los niños, que son, por antonomasia, los seres humanos más puros que existen. Por este motivo, mucha gente interpreta la letra como una exaltación de los sentimientos nobles y, en realidad, la letra se puede explicar en clave de amistad idealizada o de amor perfecto en cuanto en tanto no deja lugar a la contaminación de otros sentimientos que no tengan que ver con la piedad y el desprendimiento.

GTA V no es un juego para niños

He sido monaguillo antes que fraile. Es decir, he pasado por una redacción de una revista de videojuegos y desde hace más de cinco años me dedico a la docencia. De hecho, cuando nuestro Gobierno y la molt honorable Generalitat quieran, regresaré a los institutos y me dedicaré, primero, a educar a los alumnos y, en segundo lugar, a enseñarles inglés. Por este orden. Calculo que más de la mitad de mis alumnos de ESO (de 12 a 16 años) juegan a videojuegos con consolas de última generación, esto es, PlayStation 3 y Xbox 360 (dentro de unos meses, esta información quedará obsoleta: hay dos nuevas consolas a la vista). Deduzco, a su vez, que de este alto porcentaje de estudiantes, la mayoría, y no sólo los niños, querrá hacerse con el último título de la saga GTA: la tan esperada quinta parte.

The Amazing Spider-Man: larga vida al trepamuros

Los que habían colocado la segunda parte del SpiderMan de Sam Reimi como primera pieza del canon del subgénero de los superhéroes tendrán que mover baza. La mala noticia es que los críticos de cine (los oficiales) actúan como los hombres del tiempo, nunca rectifican. La película dirigida por Marc Webb ha conseguido trasladar las dos primeras entregas de Raimi a la tierra media de los proyectos notables, pero mejorables. Ahora mismo, más que hablar de The Amazing SpiderMan, me preocupa cómo realizar una crítica de una película redonda sin caer en el análisis técnico o en la rapsodia lisonjera. Lo primero me da pereza. Lo segundo, asco. La verdad es que no miento si digo que The Amazing SpiderMan es la mejor versión del trepamuros en celuloide. Incluso podemos hablar de este film con la misma seriedad con la que se aborda el Superman de Richard Donner y en la que se situarán, con el tiempo, los X-Men de Brian Singer, el Hulk de Ang Lee y, al menos, el primer Batman de Christo...