Cuando empecé este proyecto tenía varios objetivos para no acabar abandonándolo como otros muchos, que es la peor amenaza que se cierne sobre todo lo que empiezo. Quería seguir escribiendo, llegar a la gente, suscitar el interés de escritores y editores y crecer positivamente. Cuatro objétivos básicos. Ahora mismo me encuentro con una sensación triste, no del tipo de tristeza que llama a la negatividad, pero sí lo suficientemente fuerte como para contrarrestar el empuje que te ayuda a escribir sin saber por ni para qué. Creo que he escrito mucho en este blog, pero ni el medio ni el género me ha permitido indagar en temáticas literarias, que son las que me interesan. En cuanto al público, he llegado a un tope. La mayoría de visitas no encuentra alicientes para compartir mis textos ni siquiera para debatir sobre ellos. Algunos llegan al blog por equivocación. Otros por amistad.
Opinión, cine, música, humor y mis artefactos literarios. Sígueme en Twitter: @dconsigomismo