Ir al contenido principal

Para qué sirve ir a la huelga general

NO HAY EXCUSAS PARA CRUZARSE DE BRAZOS.
En efecto, te van a quitar dinero de la nómina si es que tienes la suerte de trabajar.

Tienes razón: en España los políticos, todos, ven pasar las huelgas generales como quién oye llover.

Pero, escucha: es tu única arma para cambiar las cosas hasta dentro de casi tres años. Y, como bien sabes, ni la información del electorado ni el sistema de recuento electoral por provincias parece responder a los intereses de los votantes (lo que cuenta es favorecer a los partidos mayoritarios).

Por desgracia, esta democracia es testimonial: uno vota cada cuatro años a unas listas de personajes desconocidos y luego, los políticos hacen y deshacen.

Si crees que hay otra manera de salir de esta crisis que derrocar cualquier atisbo del estado del bienestar, si consideras que hay que buscar alternativas a los recortes en políticas sociales, educación, sanidad, etc. entonces, queridísimo lector o lectora, tienes que secundar la huelga.

Básicamente, porque no tienes otra alternativa. Y si se te ocurre otra mejor, ponla en práctica, pero ya, por favor... No tardes ni un segundo. ¡Y compártela!

Nos va la vida en esto y no es una hipérbole. Por encima de colores políticos y de intereses partidistas.

Aunque veas que hay quien se apunte al carro antiPP (en el que yo mismo me he incluido cientos de veces), la realidad es que este Gobierno está ninguneando a los que les eligieron en las urnas y a los que no.

Los más desfavorecidos tienen menos que hace un año, el sistema público ha perdido en efectivos y en calidad y el paro ha llegado a niveles históricos.

Y Rajoy ya lo ha repetido, al igual que sus portavoces: no van a cambiar de rumbo. Lo que nos espera son más recortes, más impuestos, menos servicios y más paro.

Por eso.

Comentarios

Entradas populares de este blog

GTA V no es un juego para niños

He sido monaguillo antes que fraile. Es decir, he pasado por una redacción de una revista de videojuegos y desde hace más de cinco años me dedico a la docencia. De hecho, cuando nuestro Gobierno y la molt honorable Generalitat quieran, regresaré a los institutos y me dedicaré, primero, a educar a los alumnos y, en segundo lugar, a enseñarles inglés. Por este orden. Calculo que más de la mitad de mis alumnos de ESO (de 12 a 16 años) juegan a videojuegos con consolas de última generación, esto es, PlayStation 3 y Xbox 360 (dentro de unos meses, esta información quedará obsoleta: hay dos nuevas consolas a la vista). Deduzco, a su vez, que de este alto porcentaje de estudiantes, la mayoría, y no sólo los niños, querrá hacerse con el último título de la saga GTA: la tan esperada quinta parte.

Redescubriendo temas musicales: Jesus to a child

Las canciones que más adentro nos logran tocar son, en ocasiones, las más sencillas. La letra de Jesus to a child descolocará a los que asuman, por desconocimiento, que la belleza de la expresión escrita requiere complejidad. La sintaxis es clara, el vocabulario, sencillo, y la composición en su conjunto constituye una metáfora: el amante sufre la pérdida del ser querido, pero a pesar de la tristeza es capaz de comparar el hallazgo del amor verdadero con la limpieza de corazón con la que Jesucristo amaba a los niños, que son, por antonomasia, los seres humanos más puros que existen. Por este motivo, mucha gente interpreta la letra como una exaltación de los sentimientos nobles y, en realidad, la letra se puede explicar en clave de amistad idealizada o de amor perfecto en cuanto en tanto no deja lugar a la contaminación de otros sentimientos que no tengan que ver con la piedad y el desprendimiento.

Dos grandes pintores para una ciudad pequeña

Una obra de Alguacil que recuerda a Monet. En la calle Pizarro de La Vila Joiosa, probablemente una de las arterias principales de la ciudad (o pueblo, los que me habéis leído sabéis que los uso indistintamente en referencia a mi lugar de nacimiento) hay abierto desde tiempos inmemoriales un taller de un gran pintor: Evaristo Alguacil. Casi sin anunciarse, muchos aficionados a la pintura han insistido hasta recibir sus clases y quién más o quién menos conoce lo más representativo de su trabajo, sobre todo al óleo, principalmente esas marinas tan personales, tan vileras y universales al mismo tiempo. Sin embargo, pocos, en relación a la categoría del artista, conocen bien la obra de Alguacil. Creen que es un señor que repite cuadros sobre las casas de colores representativas de La Vila o se dedica solamente al puerto y sus barcos de pesca. Es cierto, y él lo reconoce, que son parte de su sello personal y la gente aprecia estas pinturas por dos motivos: por su calidad y, además,