Ir al contenido principal

Lo que sé sobre los pingüinos


Un par de pingüinos emperador.
Son aves frioleras, pero no sé si vienen del Norte o del Sur. Da lo mismo: el Polo Norte y la Antártida se parecen sospechosamente, a pesar de que probablemente no haya dos puntos más alejados entre sí del planeta.

Como causan simpatía, la gente cree que los pingüinos son mamíferos. Es un hecho contrastado que a todos nos gustaría que parieran como las personas y otros animales simpáticos, caso del caballo, la vaca y el perro. Pero la realidad es que ponen huevos y en algunos (pocos) documentales se ve salir del cascarón a criaturas feas como pocas. Está claro que los pingüinos tienen buenos asesores de imagen.

Se sabe que hay varios tipos de pingüinos, aunque todos creamos que son los pequeñitos que visten una especie de frac de plumas. Hay otros, pero los propios pingüinos los marginan porque son incluso desagradables.

No es pingüino, sino alca.
Los pingüinos, afortunadamente, no despiertan la codicia de nadie. Será que su piel no sirve para mucho (mejor). Además, todavía no se ha visto su carne anunciada en ningún restaurante pijo que acostumbra a servir canguro y otras barbaridades.

La capacidad de adaptación de los pingüinos resulta insultante. Se les ha visto en piscinas congeladas y en terrenos pedragosos a pleno sol en zoológicos de medio pelo. Esta última opción es la que más gusta a los visitantes de los zoos, porque al parecer lo divertido es verlos andar, pues como necesitan darse un baño y hace calor están todo el día imitando a Charlot.

Tiene mucho mérito que un ave que no canta, no abriga, no da de comer, no tiene crías bonitas y, además, no vuela ostente tanta popularidad.

La verdad es que sé muy poco sobre los pingüinos. De no ser tan vago para documentarme quizá podría decir que existen 16 o 17 especies distintas, que sólo habitan el hemisferio Sur (no están emparentadas con las alcas, las aves similares del Norte), que se descubrieron con la primera expedición de Vasco Gama hacia América del Sur y otros detalles quizá menos importanes como que fueron bautizados por los ingleses en referencia a su cabeza blanca: penguin (pero a partir del galés).
Los pingüinos de Humboldt son menos coquetos.

Más interesante me parece saber que son las únicas aves capaces de practicar el buceo con la propulsión de sus alas, que algunas especies pueden aguantar más de 15 minutos bajo el agua extrayendo el oxígeno de los músculos y que no necesitan agua dulce para beber porque poseen una glándula que hace las funciones de desalinizadora.

Comentarios

Entradas populares de este blog

GTA V no es un juego para niños

He sido monaguillo antes que fraile. Es decir, he pasado por una redacción de una revista de videojuegos y desde hace más de cinco años me dedico a la docencia. De hecho, cuando nuestro Gobierno y la molt honorable Generalitat quieran, regresaré a los institutos y me dedicaré, primero, a educar a los alumnos y, en segundo lugar, a enseñarles inglés. Por este orden. Calculo que más de la mitad de mis alumnos de ESO (de 12 a 16 años) juegan a videojuegos con consolas de última generación, esto es, PlayStation 3 y Xbox 360 (dentro de unos meses, esta información quedará obsoleta: hay dos nuevas consolas a la vista). Deduzco, a su vez, que de este alto porcentaje de estudiantes, la mayoría, y no sólo los niños, querrá hacerse con el último título de la saga GTA: la tan esperada quinta parte.

Redescubriendo temas musicales: Jesus to a child

Las canciones que más adentro nos logran tocar son, en ocasiones, las más sencillas. La letra de Jesus to a child descolocará a los que asuman, por desconocimiento, que la belleza de la expresión escrita requiere complejidad. La sintaxis es clara, el vocabulario, sencillo, y la composición en su conjunto constituye una metáfora: el amante sufre la pérdida del ser querido, pero a pesar de la tristeza es capaz de comparar el hallazgo del amor verdadero con la limpieza de corazón con la que Jesucristo amaba a los niños, que son, por antonomasia, los seres humanos más puros que existen. Por este motivo, mucha gente interpreta la letra como una exaltación de los sentimientos nobles y, en realidad, la letra se puede explicar en clave de amistad idealizada o de amor perfecto en cuanto en tanto no deja lugar a la contaminación de otros sentimientos que no tengan que ver con la piedad y el desprendimiento.

Dos grandes pintores para una ciudad pequeña

Una obra de Alguacil que recuerda a Monet. En la calle Pizarro de La Vila Joiosa, probablemente una de las arterias principales de la ciudad (o pueblo, los que me habéis leído sabéis que los uso indistintamente en referencia a mi lugar de nacimiento) hay abierto desde tiempos inmemoriales un taller de un gran pintor: Evaristo Alguacil. Casi sin anunciarse, muchos aficionados a la pintura han insistido hasta recibir sus clases y quién más o quién menos conoce lo más representativo de su trabajo, sobre todo al óleo, principalmente esas marinas tan personales, tan vileras y universales al mismo tiempo. Sin embargo, pocos, en relación a la categoría del artista, conocen bien la obra de Alguacil. Creen que es un señor que repite cuadros sobre las casas de colores representativas de La Vila o se dedica solamente al puerto y sus barcos de pesca. Es cierto, y él lo reconoce, que son parte de su sello personal y la gente aprecia estas pinturas por dos motivos: por su calidad y, además,