Es un decir, porque escribo esto recostado en la cama, donde mejor se está cuando se trata de leer o escribir, a la espera de un sillón relax que no puedo pagar o de una lumbalgia definitiva que me obligue a sentarme como es debido.
Con o sin el respaldo de mis seres queridos. Desde la actividad más voraz o desde la parada de mi propio autobús con el motor recalentado. Con posibles económicos o pobre de solemnidad.
Si me véis inteletualmente dócil e incluso si no me véis (especialmente si no me véis), esperad a que me levante, porque lo haré del modo del que el viento tira y tira de los pinos. De buenas a primeras y con una constancia impropia del escurridizo bufido en el que a veces me gusta convertirme.
Anyway... the wind blows...
Con o sin el respaldo de mis seres queridos. Desde la actividad más voraz o desde la parada de mi propio autobús con el motor recalentado. Con posibles económicos o pobre de solemnidad.
Si me véis inteletualmente dócil e incluso si no me véis (especialmente si no me véis), esperad a que me levante, porque lo haré del modo del que el viento tira y tira de los pinos. De buenas a primeras y con una constancia impropia del escurridizo bufido en el que a veces me gusta convertirme.
Anyway... the wind blows...
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