El domingo, la gala de los Goya. Probablemente se acaben recordando como los Goya de la vergüenza, porque estoy convencido de que su presentador, Andreu Buenafuente, sacará los colores del excelente realizador, pero pésimo político, Álex de la Iglesia.
Sin embargo, lo peor del caso es que no hay emoción en este reparto de medallitas entre amiguetes. Apenas cuatro películas acapararán todos los premios (más triste resulta todavía que no se me ocurra ninguna alternativa. Bueno, en cualquier caso, es triste para el cine español). De todas maneras, voy a repasar las cuatro películas para ver si coincido con algún lector cinéfilo en mi somero análisis.
Por un lado, Pa negre, la fea del baile, aunque se trate de una película preciosa. Se llevará el premio de los puristas, pero también de los amantes del cine con mayúsculas. Como desconozco de qué pie cojean los miembros de la dividida academia de cine... supongo que tendré que sacar las conclusiones por inducción, no por deducción. Cuantos más premios se lleve Pa negre (ahora conocida como Pan negro) más puristas, pero también más estetas, serán los académicos.
Balada triste de trompeta. Como es la favorita, tiene todos los números para darse el batacazo. Además, qué feo quedaría que los amigos del señor de la Iglesia le dieran sus votos. En cualquier caso, la duda es: ¿le quedan muchos amigos al bueno de Álex? Para mí se trata de una película muy irregular. Le sobra media hora y a su guión le faltan unas semanitas de cocción. A su favor, es valiente, imaginativa y, por momentos, vertiginosa.
En cuanto a Buried, mucho me temo que estamos ante la típica película infiltrada de casi todos los años. Se vende como un film español, pero no representa a la no-industria de este país. Como película, un tour-de-force del realizador, de todo el equipo técnico en general, y de su protagonista. Lástima que se quede en eso, porque el film no deja huella.
Mi favorita es También la lluvia, aunque me esperaba más de esta película. Sin embargo, es el trabajo mejor acabado, con más riqueza de lecturas y cuenta la historia, un tanto extraña, incluso caótica, que más ahonda en el espectador. No es el mejor trabajo de Icíar Bollaín, pero junto a Pa negre, es de las cuatro películas, la única que perdurará en el tiempo.
¿Mi quiniela? El Barça y el Madrid ganarán. Seguro. Ah, ¿quieres saber mi opinión sobre los ganadores de los Goya? Francamente, no me importa.
NOTA: Y digo yo, ¿por qué no se olvidan los jerifaltes del cine del maestro Goya y se reciclan las estatuillas para unos premios a los mejores pintores del año? ¿Qué tal si le cambian el nombre? Por ejemplo, los premios Berlanga o Buñuel... Se admiten sugerencias, pero se las envías a Álex de la Iglesia, para que vuelva a salir en los titulares de todos los diarios. Seguro que le haces un favor.
Sin embargo, lo peor del caso es que no hay emoción en este reparto de medallitas entre amiguetes. Apenas cuatro películas acapararán todos los premios (más triste resulta todavía que no se me ocurra ninguna alternativa. Bueno, en cualquier caso, es triste para el cine español). De todas maneras, voy a repasar las cuatro películas para ver si coincido con algún lector cinéfilo en mi somero análisis.
Por un lado, Pa negre, la fea del baile, aunque se trate de una película preciosa. Se llevará el premio de los puristas, pero también de los amantes del cine con mayúsculas. Como desconozco de qué pie cojean los miembros de la dividida academia de cine... supongo que tendré que sacar las conclusiones por inducción, no por deducción. Cuantos más premios se lleve Pa negre (ahora conocida como Pan negro) más puristas, pero también más estetas, serán los académicos.
Balada triste de trompeta. Como es la favorita, tiene todos los números para darse el batacazo. Además, qué feo quedaría que los amigos del señor de la Iglesia le dieran sus votos. En cualquier caso, la duda es: ¿le quedan muchos amigos al bueno de Álex? Para mí se trata de una película muy irregular. Le sobra media hora y a su guión le faltan unas semanitas de cocción. A su favor, es valiente, imaginativa y, por momentos, vertiginosa.
En cuanto a Buried, mucho me temo que estamos ante la típica película infiltrada de casi todos los años. Se vende como un film español, pero no representa a la no-industria de este país. Como película, un tour-de-force del realizador, de todo el equipo técnico en general, y de su protagonista. Lástima que se quede en eso, porque el film no deja huella.
Mi favorita es También la lluvia, aunque me esperaba más de esta película. Sin embargo, es el trabajo mejor acabado, con más riqueza de lecturas y cuenta la historia, un tanto extraña, incluso caótica, que más ahonda en el espectador. No es el mejor trabajo de Icíar Bollaín, pero junto a Pa negre, es de las cuatro películas, la única que perdurará en el tiempo.
¿Mi quiniela? El Barça y el Madrid ganarán. Seguro. Ah, ¿quieres saber mi opinión sobre los ganadores de los Goya? Francamente, no me importa.
NOTA: Y digo yo, ¿por qué no se olvidan los jerifaltes del cine del maestro Goya y se reciclan las estatuillas para unos premios a los mejores pintores del año? ¿Qué tal si le cambian el nombre? Por ejemplo, los premios Berlanga o Buñuel... Se admiten sugerencias, pero se las envías a Álex de la Iglesia, para que vuelva a salir en los titulares de todos los diarios. Seguro que le haces un favor.
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