Ir al contenido principal

La fortaleza mental no basta ante la crisis

Les llaman enfermedades mentales y, en realidad, lo son también del corazón.

Una persona inteligente que acaba postrada en una cama, incapaz de ver el sol que se desliza por el cielo, incapaz de sentir apetito o de demostrar alegría ante la sonrisa de un niño, tiene un problema más allá de lo racional.

Le pueden diagnosticar mil tipos de depresión, ansiedad, manía o lo que bien estimen los doctores de cabecera, psicólogos, psiquiatras, curanderos, homeópatas...



El caso es que podría no haber ningún problema en la mente. Su ser interior se siente incapaz de afrontar la vida, aunque pueda comprender que su actitud no es saludable. Las pequeñeces del día a día lo hacen menguar. Esto que a algunos les parece una maravilla, a otros una rutina, a esa persona le supone un escollo insalvable.

Las razones por las que un día cualquiera entra la luz en la oscuridad de alguien condenado a consumir pastillas durante sus restos no se sabrán nunca.

Pero, ojo, es sumamente fácil entrar, y muy complicado salir.

La falta de esperanzas, las noticias negativas, la escasez, los cambios de rutina, etc. son abono perfecto para caer en una depresión.

De la batalla que seguirá después sólo vencerá el amor. Con paciencia, cariño y compasión conseguirás que la persona que fue salga a la supericie. También será una prueba para ti. Quizá una de las más complicadas de tu vida. Ánimo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Redescubriendo temas musicales: Jesus to a child

Las canciones que más adentro nos logran tocar son, en ocasiones, las más sencillas. La letra de Jesus to a child descolocará a los que asuman, por desconocimiento, que la belleza de la expresión escrita requiere complejidad. La sintaxis es clara, el vocabulario, sencillo, y la composición en su conjunto constituye una metáfora: el amante sufre la pérdida del ser querido, pero a pesar de la tristeza es capaz de comparar el hallazgo del amor verdadero con la limpieza de corazón con la que Jesucristo amaba a los niños, que son, por antonomasia, los seres humanos más puros que existen. Por este motivo, mucha gente interpreta la letra como una exaltación de los sentimientos nobles y, en realidad, la letra se puede explicar en clave de amistad idealizada o de amor perfecto en cuanto en tanto no deja lugar a la contaminación de otros sentimientos que no tengan que ver con la piedad y el desprendimiento.

GTA V no es un juego para niños

He sido monaguillo antes que fraile. Es decir, he pasado por una redacción de una revista de videojuegos y desde hace más de cinco años me dedico a la docencia. De hecho, cuando nuestro Gobierno y la molt honorable Generalitat quieran, regresaré a los institutos y me dedicaré, primero, a educar a los alumnos y, en segundo lugar, a enseñarles inglés. Por este orden. Calculo que más de la mitad de mis alumnos de ESO (de 12 a 16 años) juegan a videojuegos con consolas de última generación, esto es, PlayStation 3 y Xbox 360 (dentro de unos meses, esta información quedará obsoleta: hay dos nuevas consolas a la vista). Deduzco, a su vez, que de este alto porcentaje de estudiantes, la mayoría, y no sólo los niños, querrá hacerse con el último título de la saga GTA: la tan esperada quinta parte.

The Amazing Spider-Man: larga vida al trepamuros

Los que habían colocado la segunda parte del SpiderMan de Sam Reimi como primera pieza del canon del subgénero de los superhéroes tendrán que mover baza. La mala noticia es que los críticos de cine (los oficiales) actúan como los hombres del tiempo, nunca rectifican. La película dirigida por Marc Webb ha conseguido trasladar las dos primeras entregas de Raimi a la tierra media de los proyectos notables, pero mejorables. Ahora mismo, más que hablar de The Amazing SpiderMan, me preocupa cómo realizar una crítica de una película redonda sin caer en el análisis técnico o en la rapsodia lisonjera. Lo primero me da pereza. Lo segundo, asco. La verdad es que no miento si digo que The Amazing SpiderMan es la mejor versión del trepamuros en celuloide. Incluso podemos hablar de este film con la misma seriedad con la que se aborda el Superman de Richard Donner y en la que se situarán, con el tiempo, los X-Men de Brian Singer, el Hulk de Ang Lee y, al menos, el primer Batman de Christo...