La teoría es un poco complicada de entender, pero merece la
pena que te esfuerces en ver si te parece lógica. Te lo advierto, eso sí, puede
que no sea demasiado optimista.
Cuanto más sabes sobre diversos asuntos y cuanto más intentas arañar de todos ellos a la vez, más idiotas eres.
Al ritmo de vida que llevarás en el momento de leer esto,
puede que esta teoría se dé tan por sabida que nadie se acuerde de que está
ahí. De lo que no me cabe duda es de que me va a sobrevivir.
Tú no te achantes nunca. No tengas ningún miedo a especializarte
en pocos temas si de verdad sabes que podrás dar lo máximo de ti mismo a esas
disciplinas y, lo más importante, si descubres que esos temas te van a hacer
mejor persona.
Descubrirás, y te harán sentir mal, personas que afirman
estar al día de todo y, además, conocer varias áreas específicas de
conocimiento.
Probablemente te hagan creer que están al corriente de
las novedades sobre literatura, música, cine, pintura, escultura y filosofía.
No te dejes abrumar. Su propósito es realmente sencillo de conseguir si acudes a las fuentes de información
apropiadas. Sólo necesitas tiempo para asimilar la información, preseleccionada
entre un clan elitista, y buena memoria para citar títulos y autores.
Luego, además, habrán leído unos cuantos ensayos y artículos
sobre algunos temas que parecen sólo al alcance de los eruditos. Fíjate bien:
repiten como loros corrientes de opinión que están de moda en sus canales de
información. Ni siquiera habrán acabado de leer los ensayos y es posible que no
citen sus fuentes.
Los más voraces buscan desesperadamente un nicho de mercado, porque consideran que el mundo necesita ver sus productos en la estantería. Se tienen por valiosos en la medida en la que saben situarse en el mercado y, al final, consiguen su lugar en el escaparate. No te preocupes: están de
oferta.
Sigue tu camino e investiga sobre lo que realmente te
apasione. No pierdas el tiempo en estar al día en todo lo que mola a no ser que
hayas tomado la fatal decisión de ser periodista.
Dentro de un par de años, los buenos libros seguirán ahí, al
igual que las obras de arte, los discos y todo lo demás que merece la pena. Nada ni nadie podrá restarle el esplendor a obras como El ángelus, Mind games o El romancero gitano (y todo esto se compuso antes de mi nacimiento).
Bien, es probable que te pierdas alguna joya por no estar en
todas partes, pero rastrear incansablemente el océano para encontrar una gema
más no merece la pena. Sólo sería una mota de polvo mágico sobre la insondable y eterna BELLEZA.
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