Más que nada lo escribo para que no se me olvide. Los que quieran ver un acto de propaganda, que lo vean bien y que lo propaguen a quien corresponda.
Si hay algo para lo que soy un completo inútil es para la promoción. Seguramente si rastreo entre mis ancestros encontraré pocos mercaderes. La mayoría deberían ser burros de carga o vagos de palabrería hueca. De las dos facetas entiendo bastante.
Basta ya de circunloquios. Aquí están mis proyectos actuales:
Una novelita del Oeste dedicada a mi padre. Ya he realizado la documentación previa, un breve estudio de personajes, y un esbozo del guión. Si acaso me falta un poco la situación. Aunque creo que lo dejaré bastante difuso. En cualquier caso, ocurrirá en torno a 1890-1900, ya con los indios acotados en sus reservas, y en algún lugar de Nebraska. La temática principal será la venganza, o el amor, no lo tengo claro. Por supuesto, apostaré por la autenticidad de los indios, pero intentaré mostrar los claroscuros del choque de civilizaciones. Sin querer pasarme de listo, he leído alguna novelita que mi padre guarda, algunas del tan nombrado Estefanía, y me parecen una vergüenza por lo mal escritas que están. Aun así, lo suyo sería que mi novela resultase atractiva para el lector-tipo de este tipo de publicaciones. Sobre todo, mi padre.
Un drama teatral a dos bandas, libremente inspirado por la Huella, pero con menos requiebros, y sin parecerse (espero) a la segunda versión cinematográfica por más que la firmase el gran Harold Pinter. Por tanto, debo de tener cuidado con la inclusión de elementos tecnológicos, que en mi opinión dieron al traste con esta versión.
Una novela libremente inspirada (también) en El Quijote, pero con mayor protagonismo sobre el personaje de Sancho, y con la intención de satirizar la sociedad actual y, sobre todo, el capitalismo salvale. Proyecto bastante avanzado, pero que en cualquier momento se podría quebrar como no trabaje la estructura. En ésas estamos.
Una selección de cuentos de terror y otra de humor. La primera ya anda en proceso de revisión y la otra se ha quedado a la espera de que me vuelva el buen humor. Circunstancias personales obligan. Al humor no se le puede apretar demasiado.
Una vieja novela que ya acabé en su momento y que quiero reescribir por completo. Se trata de una conspiración policíaca en la que el antihéroe, un ladrón de arte venido a menos, trata de desenmascarar a quienes lo meten en un lío fenomenal. Tengo peleada la trama, entre el bestseller, lo literario-pastoso y la novela romántica, e incluso lo fantasmagórico. Veremos cuándo la retomo y en qué queda.
Una propuesta para Javier Tomeo, al que sigo con muchísima atención, admiración y entretenimiento. No puedo decir nada más al respecto hasta que no consiga que él mismo lo sepa. ¿Alguien sabe su teléfono?
Unas notas sobre mi infancia en La Vila Joiosa, que escribo a deshoras y de forma muy desordenada. No creo que salga nada de ahí.
De momento, me planto en estos proyectos. Pero hay más, muchos más. De momento me quiero centrar en estos pocos o me temo que acabaré como siempre, en agua de borrajas (sí, yo mismo, los proyectos quedarán simplemente estancados).
Si hay algo para lo que soy un completo inútil es para la promoción. Seguramente si rastreo entre mis ancestros encontraré pocos mercaderes. La mayoría deberían ser burros de carga o vagos de palabrería hueca. De las dos facetas entiendo bastante.
Basta ya de circunloquios. Aquí están mis proyectos actuales:
Una novelita del Oeste dedicada a mi padre. Ya he realizado la documentación previa, un breve estudio de personajes, y un esbozo del guión. Si acaso me falta un poco la situación. Aunque creo que lo dejaré bastante difuso. En cualquier caso, ocurrirá en torno a 1890-1900, ya con los indios acotados en sus reservas, y en algún lugar de Nebraska. La temática principal será la venganza, o el amor, no lo tengo claro. Por supuesto, apostaré por la autenticidad de los indios, pero intentaré mostrar los claroscuros del choque de civilizaciones. Sin querer pasarme de listo, he leído alguna novelita que mi padre guarda, algunas del tan nombrado Estefanía, y me parecen una vergüenza por lo mal escritas que están. Aun así, lo suyo sería que mi novela resultase atractiva para el lector-tipo de este tipo de publicaciones. Sobre todo, mi padre.
Un drama teatral a dos bandas, libremente inspirado por la Huella, pero con menos requiebros, y sin parecerse (espero) a la segunda versión cinematográfica por más que la firmase el gran Harold Pinter. Por tanto, debo de tener cuidado con la inclusión de elementos tecnológicos, que en mi opinión dieron al traste con esta versión.
Una novela libremente inspirada (también) en El Quijote, pero con mayor protagonismo sobre el personaje de Sancho, y con la intención de satirizar la sociedad actual y, sobre todo, el capitalismo salvale. Proyecto bastante avanzado, pero que en cualquier momento se podría quebrar como no trabaje la estructura. En ésas estamos.
Una selección de cuentos de terror y otra de humor. La primera ya anda en proceso de revisión y la otra se ha quedado a la espera de que me vuelva el buen humor. Circunstancias personales obligan. Al humor no se le puede apretar demasiado.
Una vieja novela que ya acabé en su momento y que quiero reescribir por completo. Se trata de una conspiración policíaca en la que el antihéroe, un ladrón de arte venido a menos, trata de desenmascarar a quienes lo meten en un lío fenomenal. Tengo peleada la trama, entre el bestseller, lo literario-pastoso y la novela romántica, e incluso lo fantasmagórico. Veremos cuándo la retomo y en qué queda.
Una propuesta para Javier Tomeo, al que sigo con muchísima atención, admiración y entretenimiento. No puedo decir nada más al respecto hasta que no consiga que él mismo lo sepa. ¿Alguien sabe su teléfono?
Unas notas sobre mi infancia en La Vila Joiosa, que escribo a deshoras y de forma muy desordenada. No creo que salga nada de ahí.
De momento, me planto en estos proyectos. Pero hay más, muchos más. De momento me quiero centrar en estos pocos o me temo que acabaré como siempre, en agua de borrajas (sí, yo mismo, los proyectos quedarán simplemente estancados).
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