Mensaje subliminal para catalanistas y españolistas. |
Recuerdo tiempos remotos en los que un entrenador de fútbol
que consideraba que había fracasado presentaba su dimisión. En aquella misma
época, se marchaba un presidente si no conseguía hacer vibrar a la afición, o,
al menos, no ganaba títulos. Los más cobardes se resistían a morir y cortaban
algunas cabezas para ofrecer una ilusión de cambio.
Entonces, también, los jugadores de fútbol se arriesgaban el
físico en cada balón disputado. En el caso del baloncesto ocurría lo mismo. Un último
minuto duraba siglos, porque nadie arrojaba la toalla y el marcador podía
variar hasta el último momento. He visto partidos últimamente en los que el equipo que perdía por seis puntos daba por perdido el encuentro con minuto y pico de tiempo restante.
Ayer, el Atlético de Madrid se proclamó campeón de Liga, y a
todo el mundo le pareció bien, porque teóricamente es el triunfo del pequeño
contra los Goliaths, el Real Madrid y el Barça. La frase más repetida es: "¡Se lo merece!"
Lo que ha ocurrido en el Barça es la consecuencia de tres
años de nefasta gestión y dirección deportiva errática. Hace tres años que el equipo
empezaba a notar sus primeros signos de debilitamiento, sobre todo en defensa,
y sólo se trajo a un lateral, Jordi Alba (pero se fueron dos más), a un
centrocampista defensivo nefasto, Song. Paralelamente, Sandro Rosell se jugaba el puesto en
la presidencia con el escándalo del traspaso multimillonario de un mediapunta
pequeño y habilidoso más, el enésimo en la plantilla, Neymar, que no ha
demostrado nada, y que es está entre los cinco jugadores mejor pagados de la
Liga a pesar de su juventud. A todo esto, el secretario técnico, Andoni
Zubizarreta, no dimite ni es destituido a pesar de no haber sido capaz de encontrar un defensa central durante tres año en ninguno de los cinco continentes; Bartomeu, el presidente puesto a dedo por el
dimisionario Rosell, no piensa convocar elecciones, y al técnico Martino, al que trajo
Messi y al que no le han dejado trabajar ni le han traído los refuerzos que necesitaba, le obligarán a irse voluntariamente váyase a saber por cuánto
dinero.
Urdangarin, sufriendo en Suiza. |
Excepto los sabios de las barras de bar, nadie de los
millonarios directivos del Fútbol Club Barcelona previó en tres años que la
plantilla que ganó tantos títulos se estaba haciendo mayor y que, sin
refuerzos, el cansancio, los años y las lesiones pasarían factura. Menos mal
que el aficionado no tiene ni idea del mamoneo general que suponen los
traspasos de futbolistas. Ríanse de las comisiones que hacen que un kilo de
naranjas aumente su precio un 1.014 por ciento desde que sale del campo hasta
que acaba en la cesta del consumidor. Y nadie paga los excesos y abusos.
Es lo normal en un país en el que los clubs de fútbol con
deudas estratosféricas no reciben sanción alguna o en la que los futbolistas que intentan engañar al Fisco pagan millones de euros de multa y aquí no ha pasado anda.
Lógico cuando un torero mata a un señor que conduce
tranquilamente por la carretera y tarda dos años en ir a prisión y,
seguramente, saldrá en pocos días porque es un privilegiado. Léase también el caso de las folclóricas que
defraudan a Hacienda y el de los famosos delincuentes en general.
Absolutamente racional teniendo en cuenta que Iñaki
Urdangarin, que acumula más causas que pasajeros el Titanic, todavía no ha pisado
la cárcel, y se debate con dureza si su esposa, la infanta Cristiana, socia de
una de las principales empresas implicadas en la descomunal estafa, debe ser juzgada
o no, cuando todo el mundo sabe que si no fuera hija de Juan Carlos de Borbón
los jueces no habrían dudado ni un segundo en imputarla.
Creíble, dado que el Rey, durante la más dura crisis de su
amado país, se dedicaba a fornicar fuera del matrimonio con una supuesta noble
que vivía a gastos pagados en terrenos de la Casa Real (pagados por los
españoles) y se gastaba una fortuna matando elefantes indefensos con un tiro en
la cabeza a corta distancia (y luego se lesionaba y requería una planta entera
de un hospital público para pasar por quirófano).
Es razonable teniendo en cuenta que en España el caso
Gürthel no se acaba nunca, la derecha mediática acosa y derriba a la Ada Colau, la mujer que más ha dado la cara por el derecho a una vivienda digna, y el candidato del
PP, Arias Cañete, insultaba en televisión a todas las mujeres poniendo en tela
de juicio su nivel intelectual. Manda cojones: Ada Colau deja su puesto y Cañete ganará las elecciones a Europa, porque los españoles son así. La mayoría no irá a votar, excepto los fanáticos beatos del PP, a pesar de que hoy por hoy las decisiones tomadas en Bruselas condicionan cualquier acción de gobierno de un país miembro de la UE.
Aquí no pasa nada porque Catalunya y Madrid rivalizan en
recortar en sanidad y educación y, para taparlo, crean el cisma social por el
derecho a decidir si Catalunya puede ser independiente o no, cuando de antemano
saben que la respuesta es no.
Tres working men currando a destajo. |
No llama la atención, en fin, que el Barça se hunda y los
responsables se mofen del público en el país en el que se condena a un juez por
enviar a la cárcel al corrupto Blesa. Igual parece frívola la comparación, pero
todo tiene que ver.
Los barcelonistas esperaban ahogar sus penas en las mieles
del triunfo, mientras Messi, recién renovado para cobrar más que nadie en el
mundo, andaba tranquilamente por el césped y sus compañeros comentaban que
estaría bien repetir al día siguiente un asado como el de la semana pasada o, quizá,
tomar un vuelo privado hacia una isla privada.
La realidad espera al futbolero y al antifútbol el lunes,
agazapada en forma de empleo precario o de la rémora del paro. La cola
frente al centro de salud o el fracaso escolar también seguirán ahí.
La culpa es vuestra por atreveros a vivir en España y no
tener un buen enchufe.
Felicidades Atlético. Españoles, os (me) acompaño en el sentimiento.
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