La putrefacción de todo el sistema económico-empresarial de
España (incluyendo Catalunya) produce monstruos como el escándalo de Neymar,
que ha descabezado la presidencia del Barça y nos ha bajado a todos un poco la
moral. El nivel de la marea de mierda afecta todos los campos, incluso los de
fútbol, otrora oasis para olvidarse de las miserias del día a día.
Aprovechando el terremoto, ya van tres años sin que el
Fútbol Club Barcelona fiche un puñetero defensa central, un puesto que antiguamente (hace diez o quince años) era el más fácil y económico de cubrir. A día de hoy parece que encontrar un señor fuerte con
cierta habilidad para colocarse en el terreno de juego es más difícil que
conseguir a un émulo de Pelé. El club blaugrana prometió como mínimo un
central, aunque necesita dos. También se habló de un nueve para cambiar de vez
en cuando el insoportable toque a toque que aburre a las ovejas. Los que entienden
del deporte rey pronosticaron la adquisición de un recambio para el lateral
Alves, que lleva cien mil partidos sin descansar, y un portero ante la marcha
inminente de Víctor Valdés. Pues nada de eso. El autoproclomado mejor equipo
del siglo XXI no ha fichado absolutamente a nadie. Eso sí, el negocio de los
derechos televisivos y la venta de camisetas, más los acuerdos que pasan de
puntillas, marchan viento en popa. ¿Qué ocurre con los beneficios? Un misterio. Los directivos, intermediarios y los jeques lo sabrán.
Aprovechando el mal tiempo en Barcelona, el Real Madrid del
magnate tito Flore, inmune a la crisis a pesar de que hizo fortuna en el negocio del cemento, anuncia la
inmediata remodelación del Santiago Bernabéu, estadio al que no le pasaba nada
malo hasta hace dos días. Ahora es urgente cambiarlo patas arriba y añadirle un
centro comercial y gastarse cientos de millones en la operación. ¿Quién
financia el crédito? ¿Alguno de los bancos que nos llevaron a la crisis?
Y en Copa del Rey, el pasado miércoles, el Atlético de
Madrid no estuvo a la altura del homenaje que merecía don Luis Aragonés y se
achantó una vez más ante los merengues. Parece que el estigma del equipo "pupas" de la capital es más poderoso que su potencia futbolístico real.
En su obsesión por tapar las bandas,
sobre todo a Cristiano, los colchoneros dejaron que entre Xabi Alonso y Modric
dirigieran la orquesta y los de Ancelotti le marcaran tres goles al supuesto aspirante en discordia
a romper el binomio Madrid-Barça. Una desilusión mayúscula para los que amamos
el deporte y queremos una liga abierta, no un negocio monopolizado.
Esta noche, si Dios no lo impide, los ex Punto Pelota, ahora en su chiringuito de Nitro, demostrarán que a
veces es necesario cambiarlo todo para continuar igual. El programa del gurú
Pedrerol ha perdido chispa a pesar de que son prácticamente los mismos contertulios. Eso sí, ahora que el apartado técnico falla como una escopeta de feria, el director de orquesta parece más relajado que nunca. Y es que no hay nada como cobrar a fin de mes para calmar los ánimos.
Da la sensación, además, que los periodistas de bufanda madridista se han multiplicado en el plató. Sin embargo, si los cuentas, cada día hay uno o dos más apenas. ¿No será que en la etapa puntopelotera la balanza ya estaba suficientemente decantada? Tampoco ayuda que Nitro dispare bloques
de anuncios de hasta siete minutos cuando menos se lo esperan en el chiringuito
merengón. La razón es que el canal de Atresmedia tiene que coordinarse con
todos sus hermanos del TDT Party, incluyendo Nova, La Sexta 3 y otros canales
que vendrán hasta que en este país consigamos tener dos grandes grupos de
comunicación, al igual que existen los binomios PP-PSOE, Madrid-Barça,
Monarquía-República, Catalanes-Anticatalanes, Endesa-Gas Natural, etc., etc.
Y la casa sin barrer, de mierda, con perdón, hasta el cuello.
#elfutbolestapodrido
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