La noche que la tele nos puso mirando a Pamplona (más conocido como La noche que la tele nos puso mirando a Cuenca (2))
En el anterior post prometí comentar qué es lo que nos perdimos enganchados al truco circense del mago Évole. Pues aquí va un resumen muy escueto y personal de esa noche de éxito para la televisión y seguramente de absurda pérdida de tiempo para la inteligencia.
Principalmente, una entrevista jugosa del odioso Risto Mejide al ex presidente Zapatero.
Sinceramente, no me imagino a ningún ex presidente del PP poniéndose en manos de semejante demagogo. Y ZP lo hizo y probablemente perdió algo más de lo que ganó. Habrá quien crea que lo hizo para promocionar su libro. Pues claro. Pero hay que ir más allá: ¿para qué saca ese libro ahora y se empeña en promocionarlo tanto? ¿Por dinero? Ni de coña. Yo no lo sé, pero hay gato encerrado. No creo que quiera volver a presentarse como Presidente, pero alguna meta tiene Bambi. Se verá. Lo que quedó patente el domingo es que hay vida más allá del boicot a los medios de Aznar y Rajoy. Vaya esto por delante: que un ex Presidente hable ante la opinión pública es lo más sano que le puede pasar a la democracia después de que sea el pueblo el que decida su destino y los cuatro intocables de siempre.
Por cierto, aplaudo la iniciativa del programa de donar a Médicos sin fronteras el valor de la subasta del sofá chester en el que se sentaron Zapatero y Risto.
En Cuatro, un verdadero intento por arrojar luz sobre el 23F y otros enigmas de la cultura ibérica. Por ejemplo, ¿murió el Duque de Cádiz de accidente o como resultado de un complot? Ojo, porque la que hablaba fue la amante y/o amada de Alfonso de Borbón. Nada menos que Mirta Miller.
Desde luego, a priori, el espacio Cuarto Milenio no era el mejor foro para dilucidar misterios de verdad y no los cuentos para viejas con los que Iker Jiménez nos deleita cada domingo. Sin embargo, le echaron ganas y valentía tanto Jesús Palacios como su rival Baltasar Magro, defensor de la tesis más oficialista.
Ahí está el programa Cuarto Milenio, como la entrevista de Mejide en Viajando con Chester, disponibles en Internet para repasar dos espacios interesantes tras la resaca del bombazo de Salvados.
Concluyo con una reflexión que nos devuelve al principio, y si queréis a la esencia española. TVE1, en la noche más complicada para rascar audiencia, tira la casa por la ventana y emite La jungla 4.0, un taquillazo en su momento y probablemente una de las películas más caras en la actualidad. En plena crisis, sin ninguna posibilidad de éxito, y desde un medio público. ¡Ole!
NOTA SOBRE EL PROGRAMA DE ÉVOLE (Cómo conocí al mentiroso):
Sin intención de fardar, lo prometo, quedé muy sorprendido al día siguiente cuando tanta gente confesó que se había tragado el especial de Salvados. En mi casa, a los 5 minutos ya teníamos el puzle resuelto. ¿Cómo detecté que el especial de Salvados era un fake? En cuanto salió la chorrada de que Alfonso Guerra había vetado a Josep Maria Flotats como realizador del vídeo del Rey porque era catalán. Demasiado provocador. Demasiado en sintonía con los tiempos actuales. Luego, lo de Garci era delirante, porque si Volver a empezar es mala seguramente Belle Epoque es peor (por lo tanto, Fernando Trueba tendría que haber dinamitado el Pentágono de mentira para ganar su Oscar). Porque para sacar al Rey mirando a cámara no hacía falta ningún director de cine. Porque todo era una tontería.
Además, mientras veía la función uní cabos. Todos los entrevistados en la pantomima eran ex estrellas de capa caída: el propio Garci (sin un éxito desde mediados de los ochenta), Fernando Ónega (en programas de baja estofa), Iñaki Gabilondo (maltratado inexplicablemente), Jorge Vestrynge (denostado por la clase polítca), Ansón (absolutamente fuera de juego)... Todos retirados o a punto de jubilarse. Nada que perder. Para acabarla de fastidiar, el debate de después fue lo más aburrido y estéril que he presenciado en la vida. ¿Alguien puede destacar alguna sola idea interesante de una mesa de momias autocomplacientes?
NOTA SOBRE LA SITUACIÓN ESPAÑOLA (por qué es necesario lanzar globos sonda):
La monarquía se tambalea por anacrónica y corrupta. La televisión se muere de miedo por la pujanza de Internet. Los políticos no saben cómo distraernos porque la crisis no se disipa. Los empresarios y banqueros tienen que crear un clima distendido para seguir ganando dinero. El país entero podría quebrarse si dejan que Cataluña se pronuncie (y si pasa, saldrá que se independizan. Y luego le tocará a Euskadi). Digamos que España, como Estado, pasa por la crisis más fuerte desde 1936 cuando los abuelos de los dirigentes del PP se cargaron la Democracia.
EXTRAS:
Además, los partidos de fútbol del domingo eran una mierda, los viajes low-cost han pasado a la historia y, para más inri, no podemos ir al cine porque a una familia le cuesta más barato comprarse una colección de películas en blue-ray que entrar a un cine en domingo. Así de penoso.
Principalmente, una entrevista jugosa del odioso Risto Mejide al ex presidente Zapatero.
Sinceramente, no me imagino a ningún ex presidente del PP poniéndose en manos de semejante demagogo. Y ZP lo hizo y probablemente perdió algo más de lo que ganó. Habrá quien crea que lo hizo para promocionar su libro. Pues claro. Pero hay que ir más allá: ¿para qué saca ese libro ahora y se empeña en promocionarlo tanto? ¿Por dinero? Ni de coña. Yo no lo sé, pero hay gato encerrado. No creo que quiera volver a presentarse como Presidente, pero alguna meta tiene Bambi. Se verá. Lo que quedó patente el domingo es que hay vida más allá del boicot a los medios de Aznar y Rajoy. Vaya esto por delante: que un ex Presidente hable ante la opinión pública es lo más sano que le puede pasar a la democracia después de que sea el pueblo el que decida su destino y los cuatro intocables de siempre.
Por cierto, aplaudo la iniciativa del programa de donar a Médicos sin fronteras el valor de la subasta del sofá chester en el que se sentaron Zapatero y Risto.
En Cuatro, un verdadero intento por arrojar luz sobre el 23F y otros enigmas de la cultura ibérica. Por ejemplo, ¿murió el Duque de Cádiz de accidente o como resultado de un complot? Ojo, porque la que hablaba fue la amante y/o amada de Alfonso de Borbón. Nada menos que Mirta Miller.
Desde luego, a priori, el espacio Cuarto Milenio no era el mejor foro para dilucidar misterios de verdad y no los cuentos para viejas con los que Iker Jiménez nos deleita cada domingo. Sin embargo, le echaron ganas y valentía tanto Jesús Palacios como su rival Baltasar Magro, defensor de la tesis más oficialista.
Ahí está el programa Cuarto Milenio, como la entrevista de Mejide en Viajando con Chester, disponibles en Internet para repasar dos espacios interesantes tras la resaca del bombazo de Salvados.
Concluyo con una reflexión que nos devuelve al principio, y si queréis a la esencia española. TVE1, en la noche más complicada para rascar audiencia, tira la casa por la ventana y emite La jungla 4.0, un taquillazo en su momento y probablemente una de las películas más caras en la actualidad. En plena crisis, sin ninguna posibilidad de éxito, y desde un medio público. ¡Ole!
NOTA SOBRE EL PROGRAMA DE ÉVOLE (Cómo conocí al mentiroso):
Sin intención de fardar, lo prometo, quedé muy sorprendido al día siguiente cuando tanta gente confesó que se había tragado el especial de Salvados. En mi casa, a los 5 minutos ya teníamos el puzle resuelto. ¿Cómo detecté que el especial de Salvados era un fake? En cuanto salió la chorrada de que Alfonso Guerra había vetado a Josep Maria Flotats como realizador del vídeo del Rey porque era catalán. Demasiado provocador. Demasiado en sintonía con los tiempos actuales. Luego, lo de Garci era delirante, porque si Volver a empezar es mala seguramente Belle Epoque es peor (por lo tanto, Fernando Trueba tendría que haber dinamitado el Pentágono de mentira para ganar su Oscar). Porque para sacar al Rey mirando a cámara no hacía falta ningún director de cine. Porque todo era una tontería.
Además, mientras veía la función uní cabos. Todos los entrevistados en la pantomima eran ex estrellas de capa caída: el propio Garci (sin un éxito desde mediados de los ochenta), Fernando Ónega (en programas de baja estofa), Iñaki Gabilondo (maltratado inexplicablemente), Jorge Vestrynge (denostado por la clase polítca), Ansón (absolutamente fuera de juego)... Todos retirados o a punto de jubilarse. Nada que perder. Para acabarla de fastidiar, el debate de después fue lo más aburrido y estéril que he presenciado en la vida. ¿Alguien puede destacar alguna sola idea interesante de una mesa de momias autocomplacientes?
España. en el (merecido) punto de mira internacional. |
La monarquía se tambalea por anacrónica y corrupta. La televisión se muere de miedo por la pujanza de Internet. Los políticos no saben cómo distraernos porque la crisis no se disipa. Los empresarios y banqueros tienen que crear un clima distendido para seguir ganando dinero. El país entero podría quebrarse si dejan que Cataluña se pronuncie (y si pasa, saldrá que se independizan. Y luego le tocará a Euskadi). Digamos que España, como Estado, pasa por la crisis más fuerte desde 1936 cuando los abuelos de los dirigentes del PP se cargaron la Democracia.
EXTRAS:
Además, los partidos de fútbol del domingo eran una mierda, los viajes low-cost han pasado a la historia y, para más inri, no podemos ir al cine porque a una familia le cuesta más barato comprarse una colección de películas en blue-ray que entrar a un cine en domingo. Así de penoso.
Comentarios
Y sí, lo de los anuncios es un disparate. Hasta por Internet te los meten en mitad de un vídeo. No sé a dónde puede llegar esa sed por conseguir más y más beneficios. Siempre más. Es una enfermedad.