Ir al contenido principal

Los enamoramientos de Javier Marías (primeras impresiones)

Determinado sector de la crítica literaria oficial, la que se multiplica en los suplementos culturales, las presentaciones de libros, y prologa e imparte clases dejó de interesarse por Javier Marías cuando el autor alcanzó demasiado éxito, acaparó muchos premios y lo periodístico ganó a lo literario (dejó de ser noticia).

Javier Marías se hizo antiguo y se reivindicó a ilustres tapados como Juan José Millás y Álvaro Pombo, se encumbró a Vila Matas y Bolaño, y luego los jovenzuelos inventaron el tarro de Nocilla. Pasaron muchas más cosas, claro, y casi todas se las inventó un sector de la prensa a sueldo de las grandes editoriales.

Entretanto, Marías siguió publicando, pero hasta cuando lo hacía muy bien parecía que molestaba. Se repite, va demasiado lejos con su trilogía Tu rostro mañana, etcétera.

Leo las primeras páginas de Los enamoramientos, pues, asustado como si tuviera que traducir el Ulises de Joyce sin diccionario y, luego, recitarlo en público.

Sin embargo, qué sorpresa: a pesar de que no hay detectives ni crímenes oscuros a la vista (secretos y misterios sí, por supuesto) la novela me engancha desde el principio.

Y esa voz femenina que vive enamorada platónicamente de una pareja, a todas luces perfecta, encierra uno de los aspectos más interesantes que, a mi juicio, aportan las novelas: el punto de vista del otro sobre el mundo de las apariencias. Y ese otro, cuando cristaliza en un personaje tan humano, sólo puede ser el lector. Tú, yo...

Por eso, Los enamoramientos, a sus pocas páginas, se vislumbra como un mirador particular a una parte del mundo que, de momento, no conozco.

Comentarios

jose luis regojo ha dicho que…
Pues cuando la acabes te gustará mucho más. Marías es siempre Marías.

Entradas populares de este blog

Redescubriendo temas musicales: Jesus to a child

Las canciones que más adentro nos logran tocar son, en ocasiones, las más sencillas. La letra de Jesus to a child descolocará a los que asuman, por desconocimiento, que la belleza de la expresión escrita requiere complejidad. La sintaxis es clara, el vocabulario, sencillo, y la composición en su conjunto constituye una metáfora: el amante sufre la pérdida del ser querido, pero a pesar de la tristeza es capaz de comparar el hallazgo del amor verdadero con la limpieza de corazón con la que Jesucristo amaba a los niños, que son, por antonomasia, los seres humanos más puros que existen. Por este motivo, mucha gente interpreta la letra como una exaltación de los sentimientos nobles y, en realidad, la letra se puede explicar en clave de amistad idealizada o de amor perfecto en cuanto en tanto no deja lugar a la contaminación de otros sentimientos que no tengan que ver con la piedad y el desprendimiento.

GTA V no es un juego para niños

He sido monaguillo antes que fraile. Es decir, he pasado por una redacción de una revista de videojuegos y desde hace más de cinco años me dedico a la docencia. De hecho, cuando nuestro Gobierno y la molt honorable Generalitat quieran, regresaré a los institutos y me dedicaré, primero, a educar a los alumnos y, en segundo lugar, a enseñarles inglés. Por este orden. Calculo que más de la mitad de mis alumnos de ESO (de 12 a 16 años) juegan a videojuegos con consolas de última generación, esto es, PlayStation 3 y Xbox 360 (dentro de unos meses, esta información quedará obsoleta: hay dos nuevas consolas a la vista). Deduzco, a su vez, que de este alto porcentaje de estudiantes, la mayoría, y no sólo los niños, querrá hacerse con el último título de la saga GTA: la tan esperada quinta parte.

The Amazing Spider-Man: larga vida al trepamuros

Los que habían colocado la segunda parte del SpiderMan de Sam Reimi como primera pieza del canon del subgénero de los superhéroes tendrán que mover baza. La mala noticia es que los críticos de cine (los oficiales) actúan como los hombres del tiempo, nunca rectifican. La película dirigida por Marc Webb ha conseguido trasladar las dos primeras entregas de Raimi a la tierra media de los proyectos notables, pero mejorables. Ahora mismo, más que hablar de The Amazing SpiderMan, me preocupa cómo realizar una crítica de una película redonda sin caer en el análisis técnico o en la rapsodia lisonjera. Lo primero me da pereza. Lo segundo, asco. La verdad es que no miento si digo que The Amazing SpiderMan es la mejor versión del trepamuros en celuloide. Incluso podemos hablar de este film con la misma seriedad con la que se aborda el Superman de Richard Donner y en la que se situarán, con el tiempo, los X-Men de Brian Singer, el Hulk de Ang Lee y, al menos, el primer Batman de Christo...