Ir al contenido principal

Unos Oscar de bajos vuelos, pero muy aleccionadores

Bruce, ni falta que te hace el Oscar.
Según los académicos estadounidenses, la mejor película de habla inglesa es Doce años de esclavitud. Supongo que la comunidad negra, o afroamericana como la llaman por allí, estará contenta, porque cualquiera que haya visto el resto de films candidatos se sentirá defraudado. Exactamente... ¿por qué es la mejor película? No tiene el mejor guión ni los mejores actores ni la mejor fotografía ni, lo que importa, añade nada nuevo a la historia del cine y, por encima de todo, no aporta más que lagrimitas al espectador.

Luego, van y le dan el premio al mejor director a Alfonso Cuarón, que ha confesado mil y una veces que no habría podido realizar Gravity sin su equipo técnico y, sobre todo, sin su hermano. Si el mérito está en los efectos especiales y en la planificación al detalle del story board y la paciencia de los actores; si Alfonso Cuarón no la habría podido dirigir solo. ¿A qué viene este premio?


Mejor actor: Matthew McConaughey, por Dallas Buyers Club. ¿Se puede superar el trabajo de Bruce Dern en Nebraska? Lo cierto es que McConaughey cada día escoge mejor los papeles y demuestra estar a la altura de las exigencias dramáticas, pero su mejor trabajo sigue siendo Mud. Así que da la sensación de que algunos premios llegan con retraso y, a menudo, se otorgan a una película porque debieron de dárselo a otros trabajos.

Blue Jasmine, de Woody Allen, por tratarse de una de esas obras inclasificables que el cineasta neoyorquino coloca entre dos comedias facilonas descoloca a cualquiera. Y, claro, estaría feo que se fuera de vacío. Qué mejor premiada que una de las mejores actrices de los últimos años, Cate Blanchett. Máxime teniendo en cuenta que a Meryl Streep no le caben más estatuillas en su estantería-museo.

Lo del actor secundario me imagino que debe de ser ultrasubjetivo. ¿Cómo analizar el trabajo de un actor en tan poco tiempo y en películas que en conjunto no resultan sobresalientes? Creo que lo mejor de Doce años de esclavitud es la actuación de Fassbender, pero si tuviera que ponerme en modo purista no veo trabajo más convincente que el de Abdi en Capitán Phillips (en realidad, es lo único que me creí del conjunto). Sin embargo, no tengo nada que reprocharle al ganador, Jared Leto.

En el apartado de actrices secundarias no puedo poner ninguna pega. Lupita Nyong'o da el resto en su papel en 12 años de esclavitud, film que tiene que sufrir el lastre de un protagonista demasiado frío y de un guión "esclavo" del libro autobiográfico. Ya, se nota que no me ha gustado. ¿Hay algo más subjetivo que una opinión sobre una obra cinematográfica? Seguramente no, pero ni cuadros tan calculados como Las meninas se escapan a una reseña personal.

Volviendo a los Oscar 2014, el resto de galardones estaba más o menos cantado. Celebro el de mejor guión a Her. Además, creo que es justo, ya que La vida de Adèle no podía competir, que se premie el trabajo de La gran belleza como mejor película de habla no inglesa. No me extenderé sobre La gran belleza, porque he tenido debates kilométricos en la vida real sobre esta película y no encuentro la manera de saber si a este film le debo colocar el adjetivo "pretenciosa" o "ambiciosa". Me parece que, como sucede en La dolce vita, se trata de una película excesiva en la que sobran defectos y virtudes. Lo único que no sobran son las tramas argumentales. Y es que cuando puedes decir de una película que va sobre un tipo que se siente viejo en la Roma actual, pero también podrías cambiar esta sinopsis por "la película es un homenaje al séptimo arte, a la estética de los últimos años, a Fellini, a Roma y a la condición humana", entonces es mejor callarse y dejar que el tiempo coloque a La gran belleza en su sitio. No va a ser fácil ubicarla, pero sostengo que sería injusto que quedara en el olvido porque los críticos se las han visto y deseado para explicarla.

En general, y después de la segunda digresión, a mí me parece poco importante el asunto de los ganadores teniendo en cuenta los antecedentes de otros premios de la Academia. Qué duda cabe que a los académicos les encanta dar lecciones morales con sus premios y la situación de los negros en Estados Unidos (en todo el mundo diría yo) dista de ser todo lo ecuánime que tendría que ser después de tantas vicisitudes.

Ahora bien, si se analiza en conjunto la calidad de las películas seleccionadas, a mí me da la impresión de que el problema no está en los ganadores. Por lo menos no se han repetido galardones vergonzantes, Titanic a la cabeza, como el de Avatar.

El problema está en el conjunto. No sé si es que la añada es mala o es que hay joyas estrenadas (en inglés) que no han tenido la repercusión que merecían. Alguna película interesante siempre se queda por el camino, pero también es verdad que obras maestras ha habido pocas, o ninguna, en los últimos años.

Ahora bien, nada que ver con lo de los Goya. Si el cine estadounidense no vive sus mejores momentos, el español está en la UCI y, por eso, ningún film español tuvo ni la más mínima opción de participar en el premio al mejor film de habla no inglesa. A pesar del bajo nivel de los participantes.

NOTA: Será que me hago mayor. Me gustaría matizar el comentario irónico que hago en el primer párrafo. Lo recuerdo: "Supongo que la comunidad negra, o afroamericana como la llaman por allí, estará contenta". Dudo que la comunidad afroamericana haya presionado a los académicos. Me parece una decisión que tiene que ver con criterios cinematográficos (tampoco es que sea mala, es que creo que había mejores películas), pero también con el sentimiento de culpa y cierto paternalismo. Por supuesto que, además, tienen derecho a sentirse felices porque un crimen tan salvaje como fue la esclavitud salte a la palestra. Lo malo es que la ganadora de los Oscar 2014 se queda corta y, si quería denunciar ese genocidio silencioso, hay obras que cumplen mejor este papel. Si quería contar una historia atractiva me parece que abusa del tópico (y me da igual que esté basado en hechos reales).

Comentarios

Entradas populares de este blog

GTA V no es un juego para niños

He sido monaguillo antes que fraile. Es decir, he pasado por una redacción de una revista de videojuegos y desde hace más de cinco años me dedico a la docencia. De hecho, cuando nuestro Gobierno y la molt honorable Generalitat quieran, regresaré a los institutos y me dedicaré, primero, a educar a los alumnos y, en segundo lugar, a enseñarles inglés. Por este orden. Calculo que más de la mitad de mis alumnos de ESO (de 12 a 16 años) juegan a videojuegos con consolas de última generación, esto es, PlayStation 3 y Xbox 360 (dentro de unos meses, esta información quedará obsoleta: hay dos nuevas consolas a la vista). Deduzco, a su vez, que de este alto porcentaje de estudiantes, la mayoría, y no sólo los niños, querrá hacerse con el último título de la saga GTA: la tan esperada quinta parte.

Redescubriendo temas musicales: Jesus to a child

Las canciones que más adentro nos logran tocar son, en ocasiones, las más sencillas. La letra de Jesus to a child descolocará a los que asuman, por desconocimiento, que la belleza de la expresión escrita requiere complejidad. La sintaxis es clara, el vocabulario, sencillo, y la composición en su conjunto constituye una metáfora: el amante sufre la pérdida del ser querido, pero a pesar de la tristeza es capaz de comparar el hallazgo del amor verdadero con la limpieza de corazón con la que Jesucristo amaba a los niños, que son, por antonomasia, los seres humanos más puros que existen. Por este motivo, mucha gente interpreta la letra como una exaltación de los sentimientos nobles y, en realidad, la letra se puede explicar en clave de amistad idealizada o de amor perfecto en cuanto en tanto no deja lugar a la contaminación de otros sentimientos que no tengan que ver con la piedad y el desprendimiento.

Dos grandes pintores para una ciudad pequeña

Una obra de Alguacil que recuerda a Monet. En la calle Pizarro de La Vila Joiosa, probablemente una de las arterias principales de la ciudad (o pueblo, los que me habéis leído sabéis que los uso indistintamente en referencia a mi lugar de nacimiento) hay abierto desde tiempos inmemoriales un taller de un gran pintor: Evaristo Alguacil. Casi sin anunciarse, muchos aficionados a la pintura han insistido hasta recibir sus clases y quién más o quién menos conoce lo más representativo de su trabajo, sobre todo al óleo, principalmente esas marinas tan personales, tan vileras y universales al mismo tiempo. Sin embargo, pocos, en relación a la categoría del artista, conocen bien la obra de Alguacil. Creen que es un señor que repite cuadros sobre las casas de colores representativas de La Vila o se dedica solamente al puerto y sus barcos de pesca. Es cierto, y él lo reconoce, que son parte de su sello personal y la gente aprecia estas pinturas por dos motivos: por su calidad y, además,