A mí no me extraña que Dolores de Cospedal haya prohibido que su equipo de gobierno en Castilla la Mancha use la palabra "desahucio". Demasiado contundente, cita una circular. Quizá fue el día que la vi con la mantilla y el traje negro. Seguramente fue en un rincón de la catedral de Toledo, cuando los flashes se apagaron, porque la señora de Cospedal siguió una luz que gorgojeaba entre las oscuras piedras, y los fotógrafos oficiales no estaban preparados para salir corriendo tras un espectro.
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