Lo primero que publicaré será una antología donde recojo mis primeros cuentos. Se titula Un puñado de cuentos y una huida, y para entender el título hay que leer el prólogo. Como lo que quiero es compartir mi experiencia con el máximo número de lectores, del 22 al 26 de diciembre del año moribundo estará disponible gratis para su descarga desde el enlace siguiente:
DESCARGAR el libro de cuentos.
Sí, has oído bien: gratis, completo, y sin trucos.
Eso sí, en un mundo ideal, si te descargas el libro gratis y te gusta, estaría bien que lo compraras después de la promoción. Este gesto y tus dos euros con unos céntimos serían un buen respaldo para ir publicando más cosas. De todos modos, lo que más me interesa es que el lector comparta sus impresiones sobre los cuentos. El dinero es necesario y el apoyo moral ayuda, pero no son lo único. Y esto lo digo con la boca grande.
Como parte del regalo estoy ultimando la versión del 2014 de uno de los primeros cuentos, Catecismo de voluntades, en el que apenas me reconozco. De manera que en esta ocasión habrá dos versiones, la antigua, de 1995, y la actual. Este cuento sólo se lo llevarán los que compren la versión de pago. Por algo es un regalo. Y los regalos nunca son gratis. Siempre, como mínimo, debe de haber gratitud y, si se puede, cariño.
La idea procede de ese regalo para el melómano que son las pistas extra, temas de regalo o bonus track de los discos, sobre todo en la era del CD, donde hay espacio para eso y más. Normalmente los discos que escucho llevan uno o dos temas como bonus track.
Los lectores que hayan comprado la versión antes del 22 y quieran disfrutar de este cuento extra sólo tienen que contactar conmigo. Lo recibirán en PDF y en formato MOBI para poder leerlo en el ordenador, en el ebook o, aunque sea una idea poco ecológica, imprimirlo.
Volviendo a la publicación de los cuentos, y, como iba diciendo, he decidido donar la mitad exacta de los beneficios que obtenga a una ONG a elección de los lectores.
Yo soy de los que cree que la cultura debe estar subvencionada, pero no puede ser gratuita. Por eso, la acción puntual de poner gratis los cuentos no debe verse como una traición a mis ideas, sino como una acción de promoción para que se expanda la obra por derroteros más allá del lector amigo. A sabiendas que hay gente que descarga libros sólo porque no cuestan dinero, a excepción hecha del servidor de Internet que religiosamente cobra cada mes, estoy seguro de que más de un lector dará con mi libro aunque sea por el sabor del título o el aroma de la portada. Ahora bien, ¿de estos consumidores cuántos se convertirán en verdaderos lectores?
Queda el misterio, y espero que siempre quede, porque es a lo máximo que puede aspirar un escritor: a acompañar al lector de la mano por los senderos misteriosos.
NOTA: El diseño de la portada es obra de Jorge1995, un verdadero artista con quien podéis contactar mediante la plataforma Fiverr.
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