Por favor, que ninguno de mis amigos se vea amenazado por mi artículo. Para mí la amistad es uno de esos temas tabú que me interesan especialmente y no puedo ni quiero defenderme de susceptibilidades ajenas. ¿Queda aclarado? Pues, adelante. Que entre tantos libros de autoayuda que acorralan al resto de secciones de las librerías no haya apenas referencia a la amistad debería dar que pensar. Si el Sistema nos impele a sacar lo mejor de nosotros mismos; si el miedo al futuro corona nuestras cabezas; si la moda que impera es lo personalizable, lo diferente y si sólo formamos piña cuando alguien, sin abusar, nos convoca para gritar un mismo lema; entonces, es complicado eso de cultivar la amistad. Decía alguien que un amigo es que el te critica en persona y te elogia por la espalda. ¿Pero quién dedica su tiempo a buscar soluciones a los posibles problemas de un amigo? ¿Quién se atreve a decírselo a sabiendas de que el otro le recordará que nadie es perfecto?
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