También es una opción para ligar. |
1-Puedes dedicarte a lo que llamamos cosas pequeñas de la vida, que en realidad son las más cercanas, pero a su vez las más importantes: un familiar, un amigo, tu pareja, la tortuga, etc.
2-Tienes la oportunidad de descuidar tu aspecto un poco: qué crezca el vello de las piernas femeninas, que los hombres luzcan cejas bien pobladas, pechos de lobo astuto y barbas salvajes. Abajo con la cristinización del hombre (por Cristiano Ronaldo).
3-Tiempo para pensar qué quieres ser de mayor. Muy importante. Además, te hará sentir joven.
4-Verás mundo si llegas a una conclusión inevitable: en la mayoría de países europeos valorarán tu trabajo. Para que lo entiendas: ganarás más, trabajarás más a gusto y tendrás más tiempo libre.
5-Ponte a estudiar: codeáte con los jovenzuelos y supéralos por viejo, sácate la espina de la carrera que no pudiste empezar en su día, actualízate, aprende, progresa... pero que no te timen.
6-Si te quedas sin subsidio, te abandonan y pierdes la esperanza: no te deprimas, delinque. Otros lo hacen sin ninguna necesidad.
7-Explora tu espiritualidad. Convertirte en monje no es mala opción. No pagan mucho, pero se vive tranquilo.
8-Si eres agresivo, ignorante, machista, etc. ¡Apúntate al Ejército! La Patria siempre necesita gente de gatillo fácil sin ganas de filosofar.
9-También puedes hacer todo lo contrario: sentarte bajo un árbol (si es que lo encuentras) y alcanzar este eslabón del conocimiento: si te sientes mal porque ya no eres útil como fuerza productiva, quizá te han cosificado. ¿Y te quedas tan tranquilo?
10-Y la opción menos buena: pierde el tiempo escribiendo un blog. Al principio la emoción te embargará. Será como volverte a enamorar de ti mismo. Con el tiempo, descubrirás que sólo eres una línea más del camino. Entonces, lo dejarás, o seguirás con más fuerza.
A todo esto, y como colorario necesario, si me atrevo a bromear con una situación tan dramática en muchos casos es porque yo, como otros muchos, lo he catado y lo estoy catando en este mismo momento. Esto me legitima y, al mismo tiempo, pone a prueba tu sentido del humor. Sin trabajo se puede (mal)vivir, pero sin humor. Sin humor la vida no merece la pena.
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